Columna: Cuestión de confianza
Columna: Cuestión de confianza
Con la inflación en descenso en Estados Unidos, señales de que el consumo pierde fuerza, el crecimiento del sector residencial disminuyendo y el empleo con síntomas de mayor debilidad; parece cada vez menos congruente la postura de la Fed
Columna: Cuestión de confianza
Con las bolsas en niveles máximos y los mercados de deuda en niveles que anticipan una baja de tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) en el futuro, parece haber pocas razones para ser cautelosos con respecto al segundo semestre que está por empezar; sin embargo, los inversionistas parecen ser cautelosos en los últimos días, lo cual posiblemente tiene que ver con el grado de confianza que tienen en que las autoridades no cometerán un nuevo error.
Los datos apuntan a una desaceleración en la economía norteamericana. La semana pasada las ventas al menudeo registraron un crecimiento de 0.1% a tasa mensual en mayo, por debajo del 0.3% m/m esperado por los analistas del mercado. Excluyendo componentes volátiles y/o estacionales, las ventas al menudeo cayeron 0.1% en el periodo (vs. 0.2% mensual est.).
Llama la atención que hasta categoría de ventas mostró una contracción por segundo mes consecutivo.
Asimismo, los indicadores del sector residencial también mostraron debilidad. Los inicios de casas cayeron 5.5% m/m en mayo (vs. un crecimiento de 0.7% m/m estimado por el consenso). Los inicios de construcción también retrocedieron en el mes (-3.8% en mayo, extendiendo una caída de 3.0% mensual en abril)
Por su parte, las solicitudes iniciales del seguro de desempleo se ubicaron por encima de lo esperado. Finalmente, el Índice de Indicadores Adelantados se comportó negativamente al caer 0.5% m/m en junio vs. 0.4% m/m estimado.
Todo esto nos apunta a una desaceleración en marcha en la economía norteamericana. El índice GDPNow, que calcula la Reserva Federal de Atlanta, y que se considera un indicador adelantado del crecimiento del Producto Interno Bruto, señala que en el segundo trimestre habrá un crecimiento de 3.0% a tasa trimestral anualizada (tta), muy por debajo del 4.5% tta que presentaba a mediados de mayo.
Los mercados han mostrado entusiasmo con relación a los factores que vemos en este trimestre. La desaceleración consolida la idea de que las presiones sobre la inflación podrían ceder y que la Reserva Federal podría instrumentar una baja en la tasa de interés más pronto y de mayor magnitud.
No obstante, en su último comunicado, la autoridad anticipa sólo un recorte a la tasa de referencia en el resto del año.
Con la inflación en descenso, señales de que el consumo pierde fuerza, el crecimiento del sector residencial disminuyendo y el empleo con síntomas de mayor debilidad; parece cada vez menos congruente la postura de la Fed.
Los inversionistas han generado una pausa en los mercados que en parte tiene que ver con el temor de que el banco central vuelva a estar equivocado en su visión con respecto al escenario macroeconómico.
En 2021, cuando la inflación aceleró con fuerza, el Comité de Mercados Abiertos de la Fed reaccionó con retraso aduciendo que los aumentos de precios tenían un componente de transitoriedad.
Al final, el simple incremento violento de las tasas en 2022 y 2023 es una admisión de que estuvieron equivocados.
En 2023, al cierre del año, los gobernadores de la Fed se mostraron muy optimistas con relación a ritmo de baja que presentaría la inflación en este año, solo para toparse con aumentos por encima de lo esperado en el primer trimestre, que de nuevo los evidenciaron.
Es entendible que las autoridades muestren de nuevo paciencia. Lo último que desearían es tomar decisiones que después tendrían que revertir. Esto último es el punto nodal de las políticas monetarias actuales.
Al tener mucha influencia en las decisiones en los mercados, perder confianza se vuelve muy costoso y ese costo podría estar pagándolo ahora la Fed.
Por su parte, los inversionistas se muestran cautelosos. La creación de empleo ha disminuido, la apertura de plazas nuevas es menor y la tasa de desempleo marginalmente sube. Varios analistas, y antier la Gobernadora de la Fed de San Francisco, admitieron que pudiéremos estar viendo un “punto de inflexión” en las cifras de empleo.
Si la Fed no reacciona para relajar su postura de política monetaria, hay el riesgo de una caída más abrupta en el crecimiento, y eso puede tener un costo elevado cuando los índices de Bolsa están en niveles máximos.
A final de cuentas, la inflación necesita seguir bajando, esa es la clave. Pero la especulación sobre si el banco central reaccionará a tiempo para evitar un escenario de desempleo estará claramente sobre la mesa. No hay que olvidar que el banco central estadounidense tiene un doble mandato: controlar la inflación y reducir el desempleo.
Aquí en México, la inflación de la primera quincena de julio se elevó con respecto a la quincena previa. Y pasamos por un episodio breve de intensa volatilidad en el tipo de cambio, las tasas de interés de largo plazo y la Bolsa.
El mandato de Banxico es único: controlar la inflación. Los inversionistas asumen que la Junta de Gobierno del Banco de México actuará con prudencia ante el riesgo latente de tener otro episodio similar en septiembre y octubre.
La administración del riesgo de perder la confianza de los inversionistas es la clave del juego por ahora, no el nivel de inflación ni el elevado nivel de las tasas.
Columna: Cuestión de confianza
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Esta columna se publica semanalmente en el periódico El Economista, en versión impresa y online.
https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Cuestion-de-confianza-20240625-0120.html