Columna: La recesión que no llegará
Y al parecer, la recesión no llegó. Ni llegará. Pero la Fed claramente bajó la tasa como si la economía de Estados Unidos fuera a entrar en crisis o ya atravesara por una.
La nómina no agrícola de Estados Unidos registró un avance de 254 mil empleos en septiembre, casi 100 mil plazas por encima de las previstas por el mercado. Al interior de las cifras, destacó que, como en otros meses, la contribución de la nómina del sector público al crecimiento del empleo total fue significativa. Por otra parte, llamó la atención que otros sectores (entre ellos construcción, servicios de salud y servicios de esparcimiento) también registraron firmes avances. La tasa de desempleo se redujo de 4.2% a 4.1% entre agosto y septiembre (4.3% en julio). En general, el mercado laboral norteamericano se mantiene firme y no se detectan elementos que apunten hacia una contracción del empleo en los siguientes meses. De hecho, el promedio móvil de cuatro semanas de las solicitudes iniciales del seguro de desempleo se ubica sobre una tendencia de baja. No sorprendería que la tasa de desempleo retrocediera nuevamente por debajo de 4.0%.
Uno de los argumentos presentados por Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed), para reducir la tasa de interés de referencia en 50 puntos base (pb) en lugar de los 25 pb que eran ampliamente esperados por el mercado, fue el debilitamiento del mercado laboral. Y parece que ocurre todo lo contrario a un debilitamiento.
A juzgar por recientes indicadores, el empleo podría mantenerse sobre una senda de expansión. De hecho, ante la expectativa de que el costo de financiamiento sea cada vez menor, las empresas podrían contratar más gente. Vacantes todavía hay. Si bien éstas han retrocedido significativamente desde el máximo que registraron en la pandemia (alrededor de 12 millones de plazas disponibles), éstas se mantienen alrededor de 8 millones (casi dos veces más que el promedio registrado antes de la crisis generada por el COVID-19).
Aunado a lo anterior, algunos indicadores del sector residencial, uno de los más afectados por los aún elevados niveles de tasas de interés, registraron una súbita recuperación ante la expectativa de que la Fed continúe recortando su tasa. El índice de hipotecas creció casi 14% en una semana. De hecho, es probable que los inicios de casas y los permisos de construcción, así como las ventas de casas nuevas y existentes, se recuperen más rápido de lo previsto en anticipación de tasas más bajas.
No en balde, la Fed de Atlanta, a través de un modelo nowcast (GDPNow), pronostica un crecimiento cercano a 2.5% a tasa trimestral anualizada (tta) en el periodo julio-septiembre de 2024. Esta cifra nada tiene que ver con las previsiones de 1.0% que varios analistas presentaron en las encuestas de julio para el crecimiento del 3T-24 y mucho menos refleja un escenario de recesión.
Y al parecer, la recesión no llegó. Ni llegará. Pero la Fed claramente bajó la tasa como si la economía de Estados Unidos fuera a entrar en crisis o ya atravesara por una. Cuando la Fed recurre a un recorte de más de 50 puntos base, generalmente una recesión está por estallar. Y todo apunta, hasta el día de hoy y probablemente en los siguientes meses, a un escenario de crecimiento.
Es comprensible que el buen comportamiento de la inflación que se observa incluso en la parte subyacente permite a la Fed continuar recortando su tasa. A final de cuentas, la tasa de interés real a doce meses aún se encontraría en terreno positivo (1.0%, con una tasa de interés nominal 3.5% estimada para el cierre de 2025 con una inflación estimada en 2.5% anual).
No obstante, habrá que ver si la solidez del mercado laboral norteamericano, el sostén que esto representaría para el consumo privado (70% del PIB), la reactivación de otros sectores que anticipen recortes (incluso agresivos) en la tasa de interés de referencia de la Fed, entre otros factores, no terminan generando una presión importante sobre la inflación. En particular, habrá que ver si las expectativas de inflación del mercado no se alteran con un banco central recortando su tasa continua o agresivamente en un entorno de crecimiento sólido.
Por ahora consideramos que los siguientes recortes en la tasa de la Fed serían continuos, de 25 pb en cada reunión, para cerrar este año con una tasa de 4.50% y de 3.50% en 2025. Realmente no se considera que la tasa de interés de referencia de Estados Unidos podría llegar más abajo, particularmente si los datos de crecimiento continúan sorprendiendo al alza.
Consulta la columna de Ricardo Aguilar en El Financiero:
https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/ricardo-aguilar/2024/10/08/la-recesion-que-no-llegara/
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