Portada » Economía » Columna Ricardo Aguilar

Columna Ricardo Aguilar

Crecimiento e inflación

Cada vez más analistas se enfocan nuevamente en temas relacionados con el crecimiento económico. Ya no es la misma retórica utilizada hace un par de meses, cuando la mayoría (el autor incluido) anticipábamos una recesión en Estados Unidos ante los agresivos incrementos en la tasa de interés de referencia de la Reserva Federal (FED). La idea de un hard landing o “aterrizaje forzoso” en la economía norteamericana parece desvanecerse. Esto a pesar de la expectativa de un nivel terminal más elevado para la tasa de la FED (5.75 por ciento estimado INVEX, 5.25 por ciento estimado anterior) y, particularmente, la posibilidad de que dicha tasa permanezca elevada al menos en lo que resta de 2023.

Cuestión de lenguaje

Incluso el lenguaje de los mismos comunicados cambió. En el que se publicó en diciembre, el Comité de Operaciones de Mercado Abierto de la FED (FOMC, por sus siglas en inglés) resaltó que “la inflación permanece elevada, reflejando desbalances de oferta y demanda relacionados con la pandemia, mayores precios de alimentos y energía, así como presiones de mayor alcance sobre los precios”. En el comunicado de febrero, el FOMC cambió el enunciado anterior por la frase “la inflación ha cedido de alguna manera, aunque ésta se mantiene elevada”.

Inflación a la baja

No obstante, resulta incierto si la inflación, sobre todo la subyacente, se acercará al objetivo de la Reserva Federal (2.0 por ciento) este año, ¡o incluso el próximo! Después de ubicarse alrededor de 7.0 por ciento al cierre de 2022, anticipamos que la inflación anual medida a través del Índice de Precios al Consumidor (CPI, por sus siglas en inglés) será de 4.5 por ciento en 2023 y de 3.7 por ciento en 2024 (4.0 por ciento y 3.2 por ciento para la subyacente, respectivamente). De nuevo, las cifras se ubicarían por encima del objetivo del banco central.

El semestre del hard landing

Las más recientes encuestas de actividad en el sector de servicios, el de mayor participación en el PIB norteamericano, refuerzan la expectativa de un hard landing.