Columna: La cola de la serpiente
Los inversionistas asumen que se verán obligados a no modificar más el nivel de las tasas y a ejecutar un pivoteo.
Los inversionistas asumen que se verán obligados a no modificar más el nivel de las tasas y a ejecutar un pivoteo.
La acumulación de indicadores que, apuntan a que la economía en Estados Unidos mantiene un crecimiento positivo y por ende costará más trabajo controlar la inflación, no cede. Tampoco se aminora la intensidad verbal de las autoridades con respecto a la necesidad de seguir subiendo las tasas de interés, incluso de nuevo en mayor magnitud, en el futuro previsible. La combinación de estos factores crea una nube de incertidumbre muy intensa y claramente adversa para la toma de riesgos por parte de los inversionistas.
El giro de percepción que ha acontecido en los mercados financieros globales durante febrero consolida de alguna manera la fortaleza del peso. A menos que se presente un episodio de fuerte aversión al riesgo, lo más probable es que el peso siga favorecido por las condiciones estructurales que lo benefician. Existe incluso la posibilidad de un escenario de mayor fortaleza si se extiende la incertidumbre actual.
Es más probable que las bolsas se ubiquen sobre una trayectoria alcista hasta que la Fed revele la intención de bajar tasas debido a una fuerte afectación en el crecimiento
La Fed aumentó las tasas un cuarto de punto la semana pasada (de 4.5% a 4.75%) y dejó claro que su postura es de mantener tasas altas hasta “asegurar” una trayectoria de descenso de la inflación hacia el nivel objetivo de 2%, para lo cual falta tiempo.
La narrativa en los mercados se concentra en una tendencia de descenso en el ritmo de crecimiento que aún es moderada, un descenso de la inflación que aún mantiene niveles por encima de los objetivos de los bancos centrales y la presencia de una postura de restricción monetaria aún vigente.
Muy pronto en enero se agotaron las ofertas en los mercados financieros. Una serie de noticias ha provocado el entusiasmo de los inversionistas y atractivas ganancias en los mercados. La mayoría de las ganancias responde a la presencia de precios “castigados” así como a expectativas favorables. Los movimientos de precios de las últimas semanas han eliminado la idea de que existen activos baratos. Los mercados dependen ahora de una mejora en las expectativas que no deja de generar muchas dudas.
Al abordar las decisiones de inversión ante el inicio del 2023, encontramos una dualidad de criterios; por una parte, pensamos que en las siguientes semanas seguirá existiendo una elevada incertidumbre y por ende una alta volatilidad en los mercados.
En esta última colaboración del año, vale la pena recapitular lo que fue el 2022 en materia de inversiones. Uno de los peores años en la historia. Así de simple.
Ayer, los miembros del Comité de Mercados Abiertos (CMA) de la Fed se encargaron de consolidar una expectativa menos entusiasta. El comunicado oficial arguye que aumentos subsecuentes en la tasa de referencia serían apropiados para asegurar una postura que sea suficientemente restrictiva para que la inflación retorne a su objetivo de 2 por ciento.