La expansión del COVID-19 lejos del epicentro del brote en Asia ha deteriorado el balance de riesgos.
En Estados Unidos, el mercado descuenta otra baja de tasas por parte de la FED ante una posible caída en la actividad.
Por ahora no estimamos un impacto significativo por la presencia del coronavirus en México. Más bien, habrá que analizar las posibles acciones para contener la epidemia que podrían implementar los principales socios comerciales de nuestro país. Por el momento no hay cambios en nuestros estimados para las principales variables económicas.
La semana pasada:
El tema del COVID-19 se agudizó. Si bien el turismo fue de los primeros sectores en resentir la intensificación de la epidemia en otras regiones -particularmente en Italia- el cierre de fábricas en China y el lento restablecimiento de la producción en ese país sugiere que otras economías podrían implementar mecanismos similares para evitar la propagación de un virus que todavía no conocemos bien.
La actividad económica enfrenta nuevos riesgos, pero por ahora mantenemos en 0.9% el estimado de crecimiento del PIB de México en 2020. Como se comentó en el reporte de balanza comercial de enero que se publicó el viernes pasado, en momentos de elevada volatilidad es necesario interpretar la información con cautela y no caer en sobrerreacción.
En Estados Unidos:
Los indicadores de actividad manufacturera tuvieron un comportamiento mixto. El índice de Chicago registró un ligero aumento pero se mantuvo en terreno negativo (-0.25 puntos en enero). Por su parte, el índice de Dallas aumentó más de lo esperado en febrero mientras que el índice correspondiente a la región de Richmond retrocedió a (-)2 puntos en el mismo periodo (vs. una lectura de 10 puntos anticipada por el mercado). La volatilidad en los índices de manufacturas podría extenderse si se acentúan los riesgos asociados a la expansión del coronavirus.
En más datos, el sector residencial de Estados Unidos se mantiene firme. Las ventas de casas nuevas sorprendieron al alza al ubicarse en 764 mil unidades anualizadas en enero, cifra que representó un incremento cercano a 8.0% con respecto al mes previo. Las ventas pendientes de vivienda también registraron un sólido avance (5.2% m/m en enero vs. 3.0% esperado). Asimismo, al menos hasta enero y antes del giro negativo en la situación del COVID-19, la inversión no residencial dio señales de una ligera recuperación: los nuevos pedidos de bienes durables que excluyen componentes de defensa y aviación crecieron 1.1% a tasa mensual en el primer mes de 2020. Finalmente, los datos de ingreso personal sugieren cierta fortaleza del consumo a inicios de este año. Asimismo, el índice de confianza del consumidor del Conference Board y el índice que elabora la Universidad de Michigan mostraron aumentos.
Si bien el balance de la información publicada en Estados Unidos es positivo, es probable que algunos indicadores se deterioren en las siguientes semanas por el tema del coronavirus. El mercado descuenta una baja en la tasa de interés de referencia de la FED ante una posible caída en la actividad. No obstante, por ahora se sugiere mantenerse atentos al flujo de información.
En México:
La semana pasada se publicaron datos económicos relevantes para la economía de México. La inflación al consumidor de la primera quincena de febrero (0.12% q/q) se ubicó por debajo de nuestro estimado (0.15% q/q). La tasa anual (3.52%) aumentó casi 70 puntos base respecto nivel observado al cierre de diciembre de 2019 (2.83%), debido principalmente a un rebote en el índice de precios de energía. Por otra parte, a pesar del ajuste al alza en los estimados de inflación para 2020 dados a conocer por Banco de México en su más reciente informe trimestral, consideramos que los riesgos para la inflación son a la baja debido a un ritmo de actividad económica que podría ser menor al previsto a principios de año.
En más datos, la balanza de pagos registró una importante salida de capitales del país a pesar que en términos netos la inversión extranjera en México se mantiene firme. Por otra parte, y contrario a lo que esperaba el mercado, el Gobierno Federal no dio a conocer en febrero el plan de infraestructura energética de este sexenio. Todavía no se tiene claridad cómo podría participar la iniciativa privada en los proyectos de este sector. En cuanto al mercado laboral, el desempleo repuntó en enero a uno de los niveles más altos de los últimos meses, en línea con la creación de empleos formales más baja que ha registrado el IMSS en los últimos diez años.
¿Qué esperar en los próximos días?
Por el momento no modificamos nuestros estimados para las principales variables económicas. Se registra una elevada volatilidad en los mercados, por lo que se recomienda cautela en la interpretación de lo información. No estimamos un impacto significativo por la presencia del coronavirus en México. Más bien, habrá que analizar posibles consecuencias de paros en la producción manufacturera global que reduzcan la demanda por exportaciones mexicanas.
En información económica, en Estados Unidos destacarán la nómina no agrícola (creación de 185 mil empleos de acuerdo con estimados del consenso), así como balanza comercial, ambos para enero. En México se publicarán los índices IMEF manufacturero y de servicios, datos de inversión fija bruta (-2.9% anual estimado INVEX) y las ventas de la ANTAD de febrero. Es probable que este último indicador se desacelere después de la expansión de más de 4.0% anual. observada en enero.