Políticas monetarias expansivas entusiasman a los mercados de capitales.
La tendencia de las bolsas globales fue positiva en la semana. El índice MSCI global con emergentes puso fin a cuatro semanas consecutivas en terreno negativo al avanzar 3.6 por ciento.
El S&P 500 tuvo su mejor desempeño semanal desde noviembre 2018, el Stoxx Europe 600 recuperó parte del terreno perdido en la semana previa al ganar 2.3 por ciento.
Los inversionistas decidieron enfocarse en la expectativa de un posible recorte en tasas de interés por parte de la FED, en lugar de preocuparse por los nuevos frentes que abre el Presidente Trump en su guerra comercial.
Las declaraciones del Presidente de la FED, sobre que el organismo sigue muy de cerca las implicaciones de la escalada de la tensión comercial en la economía y que actuará de manera apropiada para sostener la expansión, reforzaron la idea de que la normalización monetaria llegó a su fin.
El mercado de futuros arroja una probabilidad implícita de un recorte en tasas en la reunión de julio de 81 por ciento. Y ya hemos hablado en otras ocasiones cómo beneficia esto a las bolsas: directamente ayuda a las valuaciones al considerar una menor tasa de descuento, y además resta apetito a los instrumentos de renta fija como alternativa de inversión.
Además, ello permite soportar las expectativas de un mejor entorno económico que ayude a las utilidades de las empresas. Aunque, este sería un campo en donde los resultados tomarían probablemente más tiempo en notarse, y puede ser que no compensen del todo el impacto negativo por la guerra comercial.
El BCE se une a este movimiento de inyección de liquidez. En su reunión de la semana pasada mantuvo sin cambios sus herramientas de política monetaria y señaló que no considera modificarla al menos hasta la segunda mitad del 2020.
Las noticias para México son menos alentadoras; aunque, el referencial S&PBMV IPC logró sostenerse por encima de 43 mil puntos y evitar los mínimos del año que tocó en marzo.
Fitch bajó la calificación de México y Moody’s la puso en perspectiva negativa, lo cual se podría percibir como un factor de riesgo adicional para los activos mexicanos y con ello continuar reduciendo el apetito por la renta variable local.
Aunque de momento la tasa del bono a 10 años (que utilizamos en nuestras valuaciones) se mantiene por debajo de los niveles con lo que inició el año, no podemos descartar que el escenario cambie y esto ejerza presiones adicionales a nuestro mercado.
Por otro lado, después del cierre de mercado del viernes, el presidente Trump suspendió la imposición de aranceles a México al llegar a un acuerdo sobre el flujo migratorio en la frontera.
El acuerdo establece que México tendrá a la Guardia Nacional en la frontera sur, así como recibir a los migrantes de EE.UU. que entraron por México, mientras tramitan sus solicitudes de asilo.
Aunque, también anunció el presidente Trump que se estableció otro acuerdo que falta por ser aprobado por el Congreso mexicano, y que será publicado en el corto plazo pero que, de no aprobarse, se restablecerían los aranceles.
¿Qué esperar en los próximos días?
Esta semana en Estados Unidos se conoce la inflación, ventas minoristas, producción industrial de mayo y la confianza del consumidor de la U. Michigan de junio en su lectura preliminar, entre otros.
En la Eurozona será relevante la confianza del inversionista de junio y la producción industrial de abril. En Reino Unido destacan datos de empleo y la balanza comercial de abril, entre otros.
En China la agenda incluye la balanza comercial de mayo, en donde el consenso de Bloomberg espera que las exportaciones hayan caído (-) 3.8% AaA; los datos podrían continuar generando cautela sobre el impacto de la guerra comercial en la economía del país. Además, se publica la inflación y la producción industrial de mayo.
En México se dan a conocer las ventas de la ANTAD de mayo. Las cifras recientes de WALMEX adelantaban un buen dinamismo en el consumo en México en el mes; aunque incidió positivamente la campaña comercial de Hot Sale.
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