Mucha política y pocos cambios
Dentro de este ambiente de elevada incertidumbre no se esperan grandes cambios por parte de las autoridades en el mundo desarrollado.
En el terreno económico las cartas están sobre la mesa y sólo queda esperar a ver si el asunto de los estímulos monetario y fiscal dan resultados para evitar una recesión prolongada y detonar una recuperación.
No obstante, hay un ambiente político que está creciendo en intensidad, los inversionistas no podemos dejar de observarlo ya que algunos asuntos pudieran evolucionar hacia rumbos distintos en el mediano plazo con respecto a lo que vemos hoy en día.
En el orden de importancia de lo que observaremos, hay mucha política y pocas novedades en el terreno económico.
En Estados Unidos hay elecciones para Presidente y el Congreso en cuatro meses. Lo que podría haberse pensado como un resultado muy visible de reelección del Presidente Trump se ha deteriorado a raíz de los acontecimientos recientes: La pandemia y la percepción de un mal manejo, el disparo del desempleo y la intensidad del conflicto en temas como la igualdad social, y sobre todo las diferencias raciales son los principales.
Al día de hoy, ese malestar se refleja en una clara ventaja del candidato demócrata Joe Biden en las encuestas y también una clara ventaja del Partido Demócrata mismo que sugiere que tan pronto como en enero podríamos ver una conformación muy distinta en el gobierno norteamericano.
Y no dude que eso represente un cambio sustancial en las políticas públicas que vemos hoy en día. Un gobierno demócrata será progresista por necesidad; ello significa la restauración del sistema de salud universal, el retorno de políticas contra el cambio climático, y un sistema impositivo con mayor carga para la clase alta.
El contexto global, sin embargo, hace poco probable que haya cambios tan decididos en temas como la beligerancia comercial y geo-política con China; en donde la postura del gobierno chino ha sacado a flote el malestar, ya no solo de las autoridades de Estados Unidos, sino las de Europa y Japón en semanas recientes.
Es difícil que un gobierno demócrata se aleje de una postura rígida en el tema comercial sobre todo si para enero la economía continua en recesión y los niveles de empleo son muy elevados.
Lo que intento decirle es que en los asuntos que ahora importan más a los inversionistas la carga de contenido político será elevada. No habrá un cambio de postura de la Reserva Federal en los siguientes meses; el tamaño del apoyo monetario es total: La tasa de interés permanecerá cerca de cero y el financiamiento de las emisiones de deuda será continuo.
Sin embargo, el tema del control y los efectos de la pandemia, la beligerancia comercial con China, la posibilidad de extender apoyos de tipo fiscal global, son temas en donde veremos una intensa y tal vez ruda disputa en el escenario político.
En los próximos meses parece garantizado que habrá mucha política y poca política pública en Estados Unidos y posiblemente en el resto del mundo desarrollado.
Esta misma conclusión pareciera trasladarse a México si observamos los temas recientes en los que está inmersa la discusión pública: La visita del Presidente López Obrador a Estados Unidos, el retorno de funcionarios acusados de corrupción, la especulación con relación a las revelaciones de estos mismos funcionarios, la BOA, la acusación a medios y periodistas, la aparente definición de una oposición, etc.
Si aquí hemos visto a un gobierno con dificultades para determinar una política pública que apoye a la economía y le ayude a crecer, es probable que el objetivo de los gobernantes y su concentración en los siguientes meses apunten a ganar las elecciones que vienen dentro de un año.
También aquí habría mucha efervescencia política y pocos cambios en la orientación de los temas que tengan que ver con el crecimiento y la recuperación del empleo.
A raíz de esta reflexión podemos apuntar a que los inversionistas estarán pendientes de las noticias, pero que en los mercados puede no haber grandes virajes por ahora. Las bolsas en Estados Unidos y en general los activos de riesgo pueden verse favorecidos por la inmovilidad de los estímulos.
Se vienen semanas de mucho ruido y pocos cambios de tendencia.
Esta columna se publica semanalmente en el periódico El Economista, en versión impresa y online.
https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Mucha-politica-y-pocos-cambios-20200715-0100.html
- Confirmación del impulso – Opinión Estratégica. - marzo 26, 2024
- Columna: La política monetaria no parece afectar a los mercados. - marzo 21, 2024
- Columna: Preocuparse por la herencia, no por la sucesión (segunda parte) - marzo 14, 2024