La normalización monetaria de EE.UU. incide poco en el desempeño semanal de las bolsas.
No es sorpresa que una vez más hagamos referencia a la guerra comercial.En las nuevas medidas implementadas en días recientes, China carga con entre 5% y 10% productos de Estados Unidos por importe de 60,000 millones de dólares. A su vez, Estados Unidos impone aranceles del 10% a cerca de 5,500 productos chinos por 200,000 millones de dólares.
De esta forma, ambos países continúan envueltos en una serie de restricciones al comercio que parece no llegar a su fin aún.
Aunque es cierto que China no podrá responder por completo con medidas recíprocas, al comprar muchas menos mercancías a Estados Unidos.
Por otro lado, la OMC reconoció que los efectos económicos directos de la guerra arancelaria han sido modestos hasta el momento. Lo que podría explicar la calma que reflejan las bolsas de Estados Unidos.
Pero, los mercados no fijaron su atención a este tema (que ya dejan fuera de sus decisiones de inversión desde hace tiempo); fue la reunión de política monetaria de la FED la que acaparó los titulares.
La FED, como se esperaba, subió sus tasas de referencia. Fue más relevante el mensaje que acompañó a esta decisión sobre un proceso gradual de normalización monetaria que tranquilizó a los participantes del mercado.
La reducción de estímulos económicos se acerca también en Europa. El Presidente del BCE habló sobre su expectativa de alza en la inflación, aunque reiteró al mismo tiempo que un alza en tasas no ocurriría si no hasta mediados de 2019.
Las presiones al alza a la inflación no estarían relacionadas a la guerra comercial, como se temía por momentos en el caso de Estados Unidos; sino a mayores salarios.
En Europa fue relevante también la presentación del presupuesto del nuevo gobierno italiano; aunque la expectativa era que estuviera alineado a los objetivos de la Comisión Europea, sorprendió que desafiara estas métricas para poder llevar a cabo las promesas de campaña.
En medio de este contexto, el índice MSCI con emergentes perdió (-) 0.7% en la semana.
El sector energético nuevamente destacó positivamente, con los precios del petróleo manteniendo un movimiento alcista; en esta ocasión especialmente el Brent.
En la reciente reunión de la OPEP, se aplazó el debate sobre un aumento de la producción; a pesar del posible impacto por las sanciones a Irán y la creciente cuota de mercado que está adquiriendo EEUU.
El S&P 500 se alejó de los máximos históricos de días previos. El Stoxx Europe 600 operó a la baja, rompiendo una racha de dos semanas en terreno positivo.
El mercado italiano destacó a la baja al perder (-) 3.8%, ante la incertidumbre que generó el ya mencionado presupuesto del gobierno.
En México, el S&PBMV IPC operó ligeramente positivo, apoyado por emisoras como ALPEK, ELEKTRA y GFNORTE.
Durante el fin de semana finalizaron las negociaciones del TLCAN, que incluyeron a Canadá de último momento.
¿Qué esperar en los próximos días?
Será una semana con un flujo de información económica acotado alrededor del mundo. La temporada de reportes corporativos tampoco empieza aún, por lo que podrían ser unos días de consolidación para los mercados de capitales.
Dentro de la información que se conocerá esta semana en Estados Unidos destaca el reporte de empleo de septiembre.
En la Eurozona será relevante el dato de empleo y las ventas minoristas de agosto; además de actividad del sector privado de septiembre en su lectura final.
En Asia, se conoce actividad del sector privado de Japón en septiembre, entre otros.
En México habrá reunión de política monetaria de Banxico, en donde el mercado de futuros arroja una probabilidad implícita de 36% de un alza en la tasa de referencia. Al respecto nuestro departamento de economía no espera cambios en la tasa en esta ocasión.
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