¿Banxico o el mercado?
Ayer, la Junta de Gobierno del Banco de México publicó su Informe Trimestral de Inflación. El mensaje principal es que continúa existiendo un entorno adverso pero que las presiones acumuladas hasta hoy podrían no dar pie a un aumento de tasas en junio. Sin embargo, los futuros de la tasa interbancaria TIIE descuentan tasas mayores para los próximos 60 días. Parece que los inversionistas consideran que el entorno se volverá más adverso y que Banxico tendrá que ser menos moderado.
De acuerdo con el informe, Banxico está satisfecho con la trayectoria que ha mostrado la inflación hasta hoy, en donde acumula una tasa de 4.55% en los últimos doce meses. Más aún, menciona que la tendencia puede continuar ya que, a pesar de las presiones en el segmento de precios de energéticos, aún presentes, los subíndices de la parte subyacente (mercancías y servicios) seguirían registrando un movimiento de desaceleración.
Por otro lado, manifiesta que la holgura de la economía, es decir, el espacio de presión derivada de los aumentos salariales y la demanda agregada, es estable, lo cual le reduce presiones.
Por supuesto que el Banco de México habla del contexto global cuya adversidad se ha intensificado. No se olvide, entramos en una etapa de aversión al riesgo provocada por los aumentos de tasa y la revaluación del dólar contra la mayoría de las monedas, cuya repercusión ha sido un aumento súbito de muchos tipos de cambio contra el dólar, y cuyo impacto principal se ha dado sobre los mercados emergentes.
Añada a lo anterior, el riesgo relacionado con las negociaciones del TLCAN y la etapa electoral en donde el posible triunfo de Morena pone nerviosos a los inversionistas.
De ahí, el Banco de México esgrime su tradicional cautela argumentando que actuará en consecuencia si las presiones se hacen mayores y afectan al tipo de cambio y/o a las expectativas relacionadas con la inflación.
Ya veremos si los participantes en el mercado compran la idea interpretada por algunos analistas de que Banxico no hará nada con la tasa en junio. Eso ahora no se puede asegurar. El riesgo latente es elevado y en un plazo de un par de semanas hemos visto la debacle de Italia, Brasil, Turquía, Argentina y si la magnitud del daño es mayor hacia adelante también lo será en las variables financieras de México. Quizás eso es lo que ven los inversionistas para descontar claramente en los futuros de la TIIE la necesidad de una tasa mayor muy pronto.
Haga un razonamiento a la inversa. Piense en la posibilidad (que hace un mes se discutía) de que el Banco de México inicie un ciclo de baja de tasas. Esta idea parece descartarse de las discusiones por varios meses hacia adelante. Las tasas simplemente no pueden bajar con el entorno y los elementos de riesgo particular que tenemos sobre la mesa.
El logro del descenso de la inflación es visible y aporta algo de tranquilidad para que la autoridad monetaria se mueva de manera moderada. Pero no debemos descartar que las presiones que se pueden generar ante eventos más desfavorables, pudieran provocar un rebote de la inflación ante el cual Banxico debe seguir siendo pro-activo para sofocarlo.
Me parece que las tasas permanecerán en niveles altos lo que resta del año y tal vez por un buen tiempo en el 2019. Recuerde que el principal agente inflacionario en México desde hace muchos años es el gobierno y al parecer habrá uno nuevo con pocos recursos, por lo tanto la incertidumbre sobre precios de bienes públicos estará sobre la mesa, además de un entorno en el exterior que al parecer no nos dejará tranquilos.
Esta columna se publica semanalmente en el periódico El Economista, en versión impresa y online.
https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Banxico-o-el-mercado-20180530-0086.html