Sin duda sonamos un tanto repetitivos a lo largo de las semanas; y es que una vez más la ecuación es la misma: los mercados en Estados Unidos con una fortaleza relevante que los hace tocar máximos históricos y México destacando por su debilidad.
El S&P 500 ha cerrado con un balance positivo todos los meses del año con excepción de marzo (cuando retrocedió marginalmente). Y si bien el inicio de diciembre fue ligeramente negativo, no necesariamente marca el inicio de un ajuste de cara al cierre el año.
Nuestro mensaje de que el consenso de analistas recopilado por Bloomberg ve el cierre del referencial por debajo de los niveles actuales se sostiene. Aunque, ya se han revisado antes en forma positiva las estimaciones a lo largo del año.
Esta semana en particular fueron los sectores de servicios de telecomunicaciones y el financiero los que impulsaron el desempeño del S&P 500.
Al respecto, Jerome Powell (el elegido por el presidente Trump, para liderar la FED), defendió la necesidad de suavizar la regulación en el sector financiero.
En el sector telecomunicaciones destacó el alza de Verizon, que anunció el plan para lanzar un servicio inalámbrico 5G en hasta cinco ciudades de Estados Unidos a fines del próximo año.
También contribuyó al movimiento de las bolsas los avances que se daban al inicio de la semana en el plan fiscal de la nueva administración estadounidense. Sin embargo, el jueves el Senado retrasó la votación ante las preocupaciones entre los conservadores sobre el impacto en el déficit que tendría el proyecto de ley, y el mercado perdió impulso. Finalmente se aprobó el plan, pero el proceso aún no concluye.
En Europa, el Stoxx Europe 600 retrocedió; sin muchas noticias relevantes más que el seguimiento a lo ocurrido en las bolsas americanas. Sin embargo, fue bien recibido el mensaje de Credit Suisse sobre un mejor panorama y el rembolso de utilidades a los accionistas.
Los emergentes operaron negativos en la semana, el índice MSCI para estos mercados retrocedió cerca de (-) 3 por ciento. Brasil cayó casi (-) 2.6 por ciento; mientras que México tuvo un ajuste de (-) 1.4 por ciento.
El sentimiento general sobre el mercado mexicano es negativo; vemos ajustes en algunas emisoras superiores a los que justificarían sus fundamentales y sin noticias específicas aparentes que detonen esta toma de utilidades (que se ha prolongado de forma importante).
Hemos regresado a niveles cercanos a 47,200 puntos; y mientras que en agosto éramos una de las bolsas con mejor rendimiento anual (12.2%) ahora somos uno de los mercados con el peor desempeño acumulado en el año (~3.6 por ciento). |
¿Qué esperar en los próximos días?
Iniciamos el mes con información relevante para los mercados, como lo será en Estados Unidos el reporte de empleo de noviembre y el indicador preliminar de la confianza de la U. Michigan en diciembre.
En la Eurozona destaca la confianza del inversionista de diciembre publicada hace un momento, las ventas minoristas de octubre y la revisión al PIB del 3T-17.
En China se revela la balanza comercial de noviembre, en la que se proyecta que las exportaciones hayan crecido 5% (un ritmo similar al del mes previo) y que las importaciones lo hayan hecho en un 11 por ciento. Además, se publica la inversión extrajera directa y la inflación (ambas de noviembre); de esta última se espera que se haya desacelerado a 1.8 por ciento.
En Japón destaca la lectura final del PIB del 3T e indicadores de actividad del sector privado en noviembre.
Sin embargo, como lo decíamos en nuestra publicación previa, en realidad no creemos que los indicadores económicos hagan mucho por cambiar el sentimiento de los inversionistas de cara al cierre del año.
Aunque, en el caso particular de México, reconocemos que el ajuste que ha tenido el S&PBMV IPC parece excesivo; y en este sentido podría haber cierto espacio para un mejor desempeño, o por lo menos esperar un piso a los niveles que vemos. |
Revelaciones Importantes
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