¿El mejor de los mundos?
No es algo anormal que en momentos en que inicia una recuperación convivan un alza de tasas con un rally de las bolsas, a pesar de que réditos mayores debieran frenar el impulso de la actividad económica.
Los mercados han iniciado el segundo trimestre con el pie derecho. Las bolsas en Estados Unidos han vuelto a rebasar sus máximos previos y en varios segmentos del mercado regresa el entusiasmo.
Una combinación de hechos extraña genera una ventana positiva para los inversionistas que no han tardado en aprovechar. Persisten las dudas sobre su duración, pero por lo pronto continuamos de buenas en los mercados.
En el primer trimestre prevalecieron cuatro ideas centrales: 1) La efectividad de la vacunación y la expectativa de que el tema de la pandemia ha pasado a segundo plano, la expectativa de la eliminación de medidas de confinamiento es firme; 2) La idea de una recuperación muy fuerte del crecimiento se gestó por las medidas agresivas de apoyo que aprobó el Congreso norteamericano, se espera un crecimiento muy robusto en los siguientes meses; 3) La expectativa de inflación se consolidó y aumentó; y 4) Subieron fuertemente las tasas de interés de largo plazo como consecuencia de lo anterior, causando momentos de preocupación entre los inversionistas entre febrero y marzo.
El cierre de dicho ciclo y el inicio del segundo trimestre arrojó datos económicos por demás favorables. Primero se llegó a la meta de vacunar a 3 millones de norteamericanos al día; a este ritmo es posible pensar en el retiro de medidas de confinamiento para el verano.
Asimismo, el indicador de percepción de los gerentes de compra de la industria aumentó con fuerza; pero, más sorprendentemente, el dato referente al sector de servicios se incrementó a su nivel más alto desde que se tiene registro (1997), denotando que la idea de la recuperación parece ser más homogénea.
Por si fuera poco, la nómina no agrícola aumentó en marzo muy por encima de lo esperado generándose casi un millón de plazas.
Las primeras ideas no sólo se confirman, sino que se hacen más sólidas. Con ellas ha crecido también la expectativa de que se viene un aumento de la tasa de inflación en los siguientes meses, tal vez más brusco de lo que se pensaba.
Tanto las inflaciones implícitas en la diferencia entre las tasas nominales y las reales (aquellas que descuentan la inflación) han continuado creciendo; asimismo, los pronósticos se han ajustado al alza muy por encima del objetivo del 2% que establece la Reserva Federal (Fed).
Sin embargo, en medio de este contexto, las tasas de interés de largo plazo muestran una sorprendente estabilidad. Normalmente es de esperarse que conforme mejore la economía permanezca la tendencia de alza en las tasas que veíamos desde agosto y que en febrero generó mucho temor y pérdidas entre manejadores de portafolios.
Ahora no sucede eso y ello plantea el mejor de los mundos para los inversionistas en Bolsa: mejor crecimiento sin ningún costo.
¿A qué se debe? Hay varias explicaciones: que las mayores tasas de largo plazo en Estados Unidos se vuelven atractivas para inversionistas extranjeros en donde sus réditos siguen siendo negativos, que el aumento de febrero fue muy grande y que ya descuenta un alza de inflación considerable, o bien que existe una fe inquebrantable en la postura de la Fed que ha sido reiterada en distintas declaraciones, y en las minutas de la última reunión publicadas el día de ayer, en donde el banco central confirma que piensa mantener el soporte de una tasa de referencia en cero y la recompra de bonos por algún tiempo hacia adelante.
No es algo anormal que en momentos en que se inicia una recuperación convivan un alza de tasas con un rally de las bolsas, a pesar de que réditos mayores debieran eventualmente frenar el impulso de la actividad económica. En este caso, al menos, el banco central nos está diciendo que él no va a secundar esta correlación.
Viéndolo así, pareciera que la fuerza de los índices de capitales tiene elementos para sostenerse por un tiempo más ¿cuánto? No sabemos. Solo le puedo decir que los riesgos también continúan creciendo y estos incluyen la posibilidad de un error de política monetaria.
A mi modo de ver las tasas de interés volverán a subir más pronto de lo que creemos. Cuidado, la ventana de oportunidad puede ser una ventanita. Ajuste sus posiciones a este escenario en caso de que no lo haya hecho.
Esta columna se publica semanalmente en el periódico El Economista, en versión impresa y online.
https://www.eleconomista.com.mx/opinion/El-mejor-de-los-mundos-20210407-0103.html