Columna: Dirección definida, velocidad incierta
Columna: Dirección definida, velocidad incierta
En Estados Unidos, las ventas comerciales para el mes de marzo se publicarán este viernes y la expectativa es de un descenso, al menos en la tasa de crecimiento con respecto a meses anteriores
En la colaboración de hace tres semanas llegábamos a la siguiente conclusión: ¿Qué sigue ahora? De nuevo observar la información que fluya sobre el desempeño económico y la inflación.
Si se presentan descensos importantes en los niveles de consumo y empleo, o bien si se muestran descensos de la inflación más allá de lo previsto, se validaría la postura actual de los inversionistas en los mercados.
En caso contrario, debemos asumir que hay un mayor espacio de corrección para las bolsas y para los niveles de las tasas… (Se Mantiene la Narrativa, El Economista, 23 de marzo 2023).
Bueno, pues la información apunta en sentido correcto, pero no a la velocidad deseada. Hay efectivamente cifras que demuestran que el desempleo tiende a aumentar poco a poco. La nómina no agrícola de Estados Unidos se expandió 236,000 plazas en marzo (240,000 est. por el mercado). La cifra de febrero se revisó al alza en 11,000, mientras que la de enero se recortó de 517,000 a 472,000 empleos.
No sólo se registra un freno en la expansión de la nómina no agrícola, el promedio móvil de cuatro semanas de las solicitudes iniciales del seguro de desempleo aumentó de 200,000 a 238,000 unidades de finales de enero a la fecha. Asimismo, el Departamento del Trabajo reportó una caída de 632,000 vacantes entre enero y febrero.
Por su parte, el resto de la información económica en Estados Unidos ha sido negativa. El ISM manufacturero (índice de percepción de los gerentes de compras) sorprendió a la baja al pasar de 47.7 a 46.3 puntos entre febrero y marzo (47.5 puntos est. consenso). El ISM de servicios también sorprendió negativamente al caer de 55.1 a 51.2 puntos.
Al interior de este último destacó la caída del componente de nuevos pedidos (de 62.6 a 52.2 puntos). El desempeño reciente de los ISM, sobre todo el de manufacturas, refuerza nuestra expectativa de una desaceleración en el crecimiento de los próximos trimestres.
En más datos, el gasto en construcción retrocedió 0.1% a tasa mensual en febrero. Los pedidos a planta cayeron 0.7% m/m (-0.5% m/m est.) después de una contracción de 2.1% m/m en enero. Excluyendo transportación (un componente volátil) los pedidos a planta retrocedieron 0.3% en el mes.
Falta ver la información de consumo. Las ventas comerciales para el mes de marzo se publicarán este viernes y la expectativa es de un descenso, al menos en la tasa de crecimiento con respecto a meses anteriores.
Asimismo, falta ver del efecto de la contracción de crédito que parece continuar después de los episodios de quiebras en el sector financiero, sobre lo cual hay una evidencia anecdótica importante.
Por su parte, los datos de inflación también han mostrado un descenso, pero no a una velocidad mayor a la prevista. El Índice de Precios al Consumidor de Estados Unidos (CPI, por sus siglas en inglés) reportado el día de ayer, creció 0.1% a tasa mensual en marzo, cifra inferior a la esperada por el mercado (0.2% m/m). La tasa anual se desaceleró de 6.0% a 5.0%, el menor nivel desde mayo de 2021.
Menores precios de energía (principalmente gasolina y gas natural) contrarrestaron los avances de algunos componentes del CPI subyacente. Destaca cómo, a pesar de la contracción de los precios de casas y de la actividad residencial durante meses pasados, el componente de precios de vivienda del CPI no cede.
Resalta la resistencia a la baja que enfrenta la inflación subyacente a pesar de un escenario de un menor avance (o incluso caída) de la actividad económica. La tasa anual aumentó de 5.5% a 5.6% entre febrero y marzo.
Entonces, no hay descensos importantes en el empleo (y parece ser que tampoco en el consumo); asimismo, no hay una inflación que descienda mas allá de lo previsto, en especial en el componente subyacente (el que excluye precios de alimentos y energía); de este modo, en los mercados permanece la audacia de los inversionistas que anticipan una recesión tan pronto como el siguiente trimestre y sobre todo un cambio de postura de los bancos centrales.
La expectativa general es que la Reserva Federal aumente de nuevo las tasas de interés en mayo y después aplique una pausa; hasta ahí hay aparentes coincidencias.
Apostar a una política de baja súbita de tasas en el segundo semestre implicaría la presencia de un hundimiento significativo en el crecimiento, algo que claramente no es deseable y que sería muy perjudicial, en especial para las bolsas.
Columna: Dirección definida, velocidad incierta
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Esta columna se publica semanalmente en el periódico El Economista, en versión impresa y online.
https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Se-mantiene-la-narrativa-20230322-0092.html
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