Espantar el caldo
La culminación de una baja de la inflación hacia los objetivos no es cercana; los miembros de la Reserva Federal lo saben. Requiere tiempo y tal vez tasas un poco más altas
Si a usted le gusta cocinar sabe de lo que hablo. Cuando se elaboran grandes cocidos, en especial de legumbres, es una técnica muy común echar algo de agua fría a la olla en donde se cuece la preparación para “espantar el caldo”; el propósito es retrasar la cocción para que las legumbres no se rompan o deshagan.
Creo que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos está haciendo lo mismo con los mercados. Sabe que le falta tiempo para lograr sus objetivos, sabe que hay incertidumbre de por medio, así que de cuando en cuando “espanta” verbalmente a los mercados.
La Fed aumentó las tasas un cuarto de punto la semana pasada (de 4.5% a 4.75%) y dejó claro que su postura es de mantener tasas altas hasta “asegurar” una trayectoria de descenso de la inflación hacia el nivel objetivo de 2%, para lo cual falta tiempo.
De hecho, posiblemente el objetivo puntual de 2% no se logre hasta finales del 2024, según declaraciones del presidente Powell el martes.
Por su parte, la información económica comienza a ir en contrapelo de la idea de una baja veloz de la inflación. La nómina no agrícola de Estados Unidos registró una expansión de 517,000 plazas en enero, cifra considerablemente mayor a las 185,000 estimadas por el consenso. La tasa de desempleo retrocedió a 3.4%, su menor nivel desde mayo de 1969.
Al interior del reporte, destacó la creación de más de 397,000 plazas en el sector de servicios, sobre todo en las categorías de hospitalidad y esparcimiento. En contraparte, destacó la caída de 6.5 mil empleos en el sector automotriz, probablemente por una menor demanda de bienes durables.
Asimismo, se mantiene la desaceleración a tasa anual de las remuneraciones promedio por hora, el índice de costos laborales unitarios y los precios de casas.
Es probable que la inflación se vea cada vez menos presionada por estos factores, pero es difícil esperar un descenso acelerado si existe tal fortaleza del empleo y el consumo.
De igual modo, los índices ISM (percepción de gerentes de compra de la industria) mostraron comportamientos mixtos en enero. El correspondiente a manufacturas cayó de 48.4 a 47.4 puntos. En contraparte, el de servicios aumentó de 49.2 a 55.2 puntos (50.4 puntos est. consenso).
Los miembros de la Fed han destacado que la fortaleza del sector de servicios puede provocar que los precios en dicho rubro continúan presionados en los siguientes meses.
Datos positivos, como las solicitudes iniciales del seguro de desempleo que retrocedieron de 186,000 a 183,000 plazas, cuando los analistas estimaban un nivel de 200,000 peticiones, acrecientan dicho temor.
En pocas palabras, la economía sigue dando señales de una fortaleza que nadie esperaba a estas alturas.
Los participantes en los mercados durante enero asumieron que el descenso continuo de la inflación y la tendencia de debilidad en la economía harían que la Fed no solo concluyera el ciclo de tasas al alza, sino que realizara descensos en la tasa de referencia antes del cierre del año. Claramente esa expectativa se truncó con el dato de empleo y las declaraciones posteriores que han hecho algunos gobernadores de la Fed.
La tasa de futuros de los fondos federales pasó de descontar bajas en la tasa a partir de septiembre y ahora no lo considera ni siquiera en enero del 2024.
Con ello, se inicia una nueva etapa de incertidumbre para el mercado de tasas de interés.
Los analistas empiezan a suponer que la nueva gráfica de puntos (dot plot) deberá reflejar un conjunto de estimaciones de los diversos miembros de la Fed sobre la tasa de referencia en el rango de 5.25%-5.50%, esto para la reunión del marzo.
El mercado vuelve a ponerse en un modo dependiente de los datos con un mayor escepticismo sobre el final del ciclo de alza de tasas.
La culminación de una baja de la inflación hacia los objetivos no es cercana; los miembros de la Fed lo saben. Requiere tiempo y tal vez tasas un poco más altas.
Aun es incierto el grado de logro en tal propósito. Lo malo es que los participantes en el mercado ya se querían comer el caldo… hay que “espantar” el hervor excesivo que vimos en enero y es justo lo que estamos viendo ahora. Moderación en los mercados. Paciencia para los inversionistas.
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Esta columna se publica semanalmente en el periódico El Economista, en versión impresa y online.
https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Espantar-el-caldo-20230208-0106.html
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