En los últimos días lo más llamativo del comportamiento de los mercados ha sido la continuación del descenso en las tasas de interés de largo plazo en Estados Unidos.

 

La tasa del bono a 10 años entre noviembre y lo que va de diciembre se ha reducido de un nivel de 4.2% aproximadamente a un nivel registrado ayer por debajo de 3.5 por ciento.

Mientras tanto, los inversionistas continúan asumiendo que la Reserva Federal (Fed) seguirá subiendo la tasa de referencia a un día al menos hasta un nivel de 5% en los siguientes meses. A esta situación; es decir, la diferencia negativa entra las tasas de interés de corto plazo y las de largo plazo se le denomina como una “curva (de rendimientos) invertida”.

Una curva de rendimientos invertida tradicionalmente es un predictor eficiente de una situación recesiva en la economía y a la postre de un descenso de la inflación. Ha sucedido durante todos los episodios de recesión que ha sufrido la economía norteamericana desde la posguerra.

Tiene lógica, sucede cuando los bancos centrales elevan las tasas de interés de corto plazo, generan un descenso en la actividad económica que arroja como una de sus consecuencias una baja de la inflación. Justo lo que intentan hacer los bancos centrales en este año.

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Esta columna se publica semanalmente en el periódico El Economista, en versión impresa y online.

https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Que-predicen-las-tasas-de-interes-20221207-0112.html

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Rodolfo Campuzano
Director General de INVEX Operadora | INVEX Banco
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