Deseo y decepción… en los mercados
El panorama para las bolsas seguirá siendo malo y el del mercado de deuda también, al menos en los próximos meses. No nos sorprendería que vuelva a ser atractivo el tema de apostar en bonos que se ajustan a la tasa de inflación.
Los datos de inflación de agosto en Estados Unidos son malos. Lamentablemente “chocaron” contra una expectativa benévola que se gestó en días previos a su publicación en donde se estimaba una ratificación de la tendencia de baja.
Los inversionistas se mueven entre el deseo de presenciar tal tendencia y la decepción que le generan los datos. En adelante deberíamos ver una postura más cautelosa con respecto a los indicadores.
La tasa anual de la inflación en el índice general bajo levemente; de 8.5 a 8.3% (cuando se esperaba una reducción al menos hacia 8%) debido principalmente al descenso de los precios de energía y de transporte aéreo.
Sin embargo, varios indicadores en su interior se movieron en sentido contrario advirtiendo que la inflación parece tener una característica más estructural y que la Reserva Federal (Fed) necesitara mantener el esfuerzo y moverse rápido hacia niveles más altos en las tasas de interés.
Prácticamente todos los cálculos que estiman una inflación en donde se excluyen elementos volátiles como los alimentos, precios de energía o precios con variaciones extremas, todas, repuntaron en agosto. En la mayoría de los casos alcanzaron niveles máximos históricos.
Este elemento no solo no describe una inflación transitoria, sino que apoya la idea de una inflación a la que le cuelga para descender de la manera que pretende el banco central.
La Fed ha declarado que sus futuras decisiones se basaran en lo que indiquen los datos. Con la información de la inflación en agosto, es claro que mantendrán la lupa en hacer aumentos rápidos sobre la tasa de interés de referencia.
Aquellos cándidos que pudieran haber pensado que en septiembre se reduciría el ritmo de alzas en dicha tasa ahora se suman a la expectativa de un nuevo incremento de 75 puntos base en la tasa; incluso algunos ahora especulan que pudiera haber un aumento de hasta 100 puntos base la próxima semana.
Está de sobra explicar los efectos sobre los mercados. Las bolsas no habían registrado caídas en un solo día tan grandes desde junio del 2020. Las tasas de interés de plazos largos repuntaron hacia niveles que hace dos meses parecían aberrantes; ahora la tasa del bono del Tesoro a 10 años se ubica en un nivel de 3.4 por ciento.
Lo más malo es que el panorama no parece que vaya a cambiar. En especial, la idea que se ha masticado en el verano de que se está llegando a un control de la inflación parece que saldrá del juego; y vienen los pronósticos de la Fed (el famoso dot-plot) en donde seguramente los miembros del Comité de Mercados Abiertos anticiparán tasas de interés superiores al 4% tan pronto como para el primer semestre del año próximo.
Asimismo, vienen elecciones intermedias en Estados Unidos y la recesión combinada con inflación será un tema central en múltiples debates; por último, la expectativa que calcula la Fed de Cleveland sobre la ubicación de la inflación en septiembre no arroja hasta ahora un indicio de que se retome el camino de baja.
El panorama para las bolsas seguirá siendo malo y el del mercado de deuda también al menos en los próximos meses. No nos sorprendería que vuelva a ser atractivo el tema de apostar en bonos que se ajustan a la tasa de inflación y que haya portafolios que sigan manteniendo un nivel de efectivo elevado.
Por último, en México, la publicación de la Ley de Ingresos y el presupuesto ha sido un evento bastante inocuo a pesar de las estimaciones “alegres” sobre crecimiento e inflación.
Aun cuando puede generarse un problema en el mediano plazo los inversionistas globales están concentrados en el tema inflacionario y su influencia sobre los rendimientos, mismos que no pintan a ser buenos en lo que resta del año. Ni hablar, hay que mantener la cautela por el momento.
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https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Deseo-y-decepcion…-en-los-mercados-20220914-0096.html
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