¡¿DEBAJO DE $17?! TAMBIÉN ES POSIBLE
Los factores que condicionan el movimiento del tipo de cambio siguen muy recargados en favor del peso. De un mes para acá las noticias han sido más bien positivas en cuanto se mantiene la estabilidad en los mercados globales y la perspectiva de los activos mexicanos mejora. En el corto plazo puede sentirse todavía un impulso a la baja.
Recuerda que hace poco más de un mes le mencionaba que era muy posible ver al tipo de cambio en niveles por debajo de $18 pesos (“¿Debajo de $18?…Muy posible”, El Economista, 8 de junio de 2017). En aquella colaboración mencioné una lista de factores que condicionaban el movimiento del tipo de cambio a la baja, entre ellos: La tendencia positiva del crecimiento, la expectativa de pocos movimientos a las tasas por parte de la Reserva Federal (FED), la visión constructiva con relación a la renegociación del TLCAN, la corrección de las cuentas externas y del déficit público, el resultado a favor de la óptica de los mercados en las elecciones en el Estado de México, y sobre todo, la elevada tasa de interés que estableció el banco central y la oferta amplia de coberturas cambiarias.
Todos estos factores permanecen vigentes y algunos se han acentuado. En los Estados Unidos, el crecimiento permanece estable en un tasa cercana al 2.0% anual, las intenciones de la FED de normalizar las condiciones financieras; es decir, de subir las tasas de interés, mantienen una perspectiva gradual, confirmadas en días recientes por los bajos datos de inflación y la mención de la misma FED sobre sus dudas acerca de la trayectoria de los precios. En general hay pocos temores acerca de un aumento acelerado en las tasas en el exterior.
Por otro lado, la debilidad del dólar se ha acentuado. La expectativa de que otros bancos centrales entren en una trayectoria de normalización monetaria, y el mejor crecimiento de otras regiones dentro de la tendencia de recuperación global, han provocado que el dólar se devalúe considerablemente contra la mayoría de las monedas.
Sin duda en este último punto ha colaborado la situación política en Norteamérica. La disputa política tan visible ha reducido la posibilidad, a ojos de los inversionistas, de que la administración del Presidente Trump pueda lograr concretar en un tiempo relativamente corto políticas pro-mercado como la baja de impuestos, la desregulación en algunos sectores o la inversión en infraestructura.
En particular en el caso de México las noticias han sido favorables, como la nueva asignación de proyectos (21 de 24) para negocios de gas natural, o el descubrimiento de una fuente importante de petróleo por parte de uno de los nuevos consorcios en los que participa PEMEX junto con agentes privados. Sin duda, la noticia de la mejora de la perspectiva de “negativa” a “estable” para la deuda mexicana por parte de la calificadora Standard & Poor’s da un apoyo adicional.
Ante esta acumulación de factores a favor, el nivel de $17 pesos o inferior no debería ser ya tan sorpresivo. La apuesta por el peso parece seguir siendo muy contundente. En el verano, ante bajos volúmenes en los mercados, podríamos ver más movimientos de baja.
Por supuesto que hay la posibilidad de un rebote. Cualquier factor que se torne adverso va a reducir o cambiar las operaciones que ahora se concentran en una sola dirección. Por el momento, me parece que los riesgos se concentran más en el contexto externo que tiene puntos de vulnerabilidad razonables. En especial, si se detona una perspectiva de un movimiento más acelerado de lo previsto en el alza de tasas podríamos ver una vuelta relevante en la dirección tan complaciente que han mostrado los mercados hasta ahora y en ese contexto el peso tendría que debilitarse. Sin embargo, no parece que eso suceda en las siguientes semanas.
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Esta columna se publica semanalmente en el periódico El Economista, en versión impresa y online.
http://eleconomista.com.mx/mercados-estadisticas/2017/07/19/debajo-17-tambien-posible
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