Columna: La fortaleza del peso no es tan sorpresiva
Columna: La fortaleza del peso no es tan sorpresiva
Aún persiste un ambiente de incertidumbre sobre el rumbo de los cambios estructurales que se han gestado. En el ámbito local, el escaso crecimiento no implica tampoco un panorama muy agradable.
Columna: La fortaleza del peso no es tan sorpresiva
Si uno repasa los titulares de noticias en lo que va del año, tanto en México como en el extranjero, entenderá que no ha sido un año fácil para las inversiones.
También podría asumir que aún persiste un ambiente de incertidumbre sobre el rumbo de los cambios estructurales que se han gestado. En el ámbito local, el escaso crecimiento no implica tampoco un panorama muy agradable.
Sería fácil suponer que en tal contexto el valor del dólar frente al peso aumentase; sin embargo, ha sucedido lo contrario.
El dólar cotizó ayer en un nivel de 19.26 pesos, 7.5% inferior al de 20.82 pesos en que cerró el 2024.
Me incluyo entre quienes auguraban una trayectoria diferente. Al cierre del año pasado, después de una importante devaluación durante el segundo semestre existían una serie de factores que nos hacían anticipar un peso débil.
Muchos de estos factores no solo no han aparecido, sino que parecen ir en sentido contrario: El primer y mas importante es que el gobierno norteamericano reconoció la situación de privilegio que el acuerdo comercial (T-MEC) le asigna a México, de este modo, con todo y las presiones de inicios de año, no fuimos atacados por aranceles en febrero o marzo, ni fuimos incluidos en la lista de incrementos de aranceles que se publicó en abril; de hecho permanece exenciones relevantes en tarifas por parte de Estados Unidos para con nuestro país.
El temor de la imposición de tarifas de hasta 25% en todos los productos mexicanos que importa Estados Unidos se diluyó y ahora lo que hay es la espera de una negociación en donde seguramente se mantendrá vigente la estructura de exportaciones de México, a pesar de los cambios a favor de Estados Unidos que pueda contener.
Por otro lado, el temor de una inestabilidad provocada por el elevado déficit fiscal que se gestó el año pasado no genera la misma inquietud en estos momentos.
El plan es reducirlo y el gobierno parece cumplir con su plan de aplicar más recortes al gasto público; destaca dentro de esta la escasa actividad de inversión pública muy contrastante con la fuerte actividad de construcción que se dio el año pasado cuando se quería terminar las obras emblemáticas del gobierno anterior.
Más aún, la recaudación fiscal fue mayor a la esperada de enero a abril de 2025, de 2.01 billones de pesos (4.1% por encima de lo programado).
Hace algunas semanas la calificadora Fitch Ratings ratificó calificación crediticia en BBB- con perspectiva estable. Otras calificadoras podrían seguir la misma línea. Por el momento no hay apuros con el tema de las finanzas públicas.
Otro factor adicional es que los flujos de recursos que entran a México siguen siendo muy elevados.
Además del récord de exportaciones de manufacturas en marzo y abril, generado por la anticipación del episodio de imposición de tarifas, el monto de remesas sigue siendo creciente; éstas registraron un superávit de 5.80 millones de dólares durante el primer trimestre del 2025, esto es 1.9% por encima de lo observado en el 1T-24 y podrían ubicarse arriba de los 60,000 millones de dólares.
La trayectoria de baja en el tipo de cambio no ha sido lineal. El momento de intensa aversión al riesgo que se generó en abril en los mercados globales movió al tipo de cambio a niveles superiores a los 21 pesos en algún momento.
Después de la relajación volvimos a ver una trayectoria de baja tal vez acompañando a la trayectoria de debilidad que ha mostrado el dólar contra muchas otras monedas.
En conclusión, si el tema comercial y la situación de las finanzas publicas camina en buen sentido, no es sorpresivo ver que el peso tiende a fortalecerse.
Pienso que en los siguientes meses solo podría mover al tipo de cambio hacia niveles alejados de los actuales la aparición de otro episodio de intensa volatilidad en los mercados globales (de lo cual no estamos exentos ante lo poco predecible que tiene el actuar del presidente Trump y su equipo) o bien una baja de las tasas de interés por parte de Banxico mas allá de lo que se anticipa.
En el corto plazo parece que seguiremos viendo al peso fortalecerse.
Columna: La fortaleza del peso no es tan sorpresiva
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Esta columna se publica semanalmente en el periódico El Economista, en versión impresa y online.
https://www.eleconomista.com.mx/opinion/fortaleza-peso-sorpresiva-20250520-759985.html
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