La inflación y las tasas siguen siendo el tema relevante
No sabemos la duración del conflicto, pero me suena que Rusia no va a dar un paso atrás en sus planes a pesar de las múltiples sanciones y que Ucrania no va a rendirse fácilmente.
Si usted ahora piensa que debido a la guerra en Ucrania el tema relevante en los mercados financieros ha dejado de ser la inflación y el rumbo de las tasas, está equivocado. Para muestra basta recapitular lo que ha sucedido a lo largo de esta semana.
Hay muchos lugares comunes que se repiten en los análisis sobre los efectos económicos y sobre el sistema financiero provocados a consecuencia de la guerra, pero también hay muchas incógnitas. Le cuento.
El lunes amanecimos con el disparo definitivo de los precios del petróleo y de muchos bienes básicos. El precio del barril tipo Brent llegó a cerca de 110 dólares. Los precios del trigo, el maíz y el gas natural mostraron una fuerte volatilidad.
La ausencia de una solución inmediata al conflicto y la evidencia de precios más elevados hizo retroceder a los mercados y acentuó el temor de los inversionistas con relación a la inflación y a los efectos sobre el crecimiento.
Como causa de lo anterior, las tasas de interés de largo plazo registraron una baja significativa hacia niveles de 1.7%, 30 puntos base por debajo de lo que registraban hace casi tres semanas; y las bolsas se ajustaron con fuerza.
Lo anterior suscitó un debate sobre si la Reserva Federal (Fed) debía de actuar con mayor energía en el inicio del ciclo de alza de tasas o si debía volver a su postura acomodaticia de años pasados a raíz de las posibles afectaciones en el crecimiento.
El discurso del presidente Biden ante el Congreso el martes por la noche y las declaraciones de ayer del presidente Powell de la Fed en el mismo lugar, motivaron una vuelta de los mercados al estatus previo a la guerra.
Biden argumentó con vehemencia que su principal tarea en el terreno doméstico es ayudar a controlar la inflación y evitar el deterioro del poder adquisitivo de las clases medias y bajas.
Powell, por su parte, declaró que los hechos ocurridos hasta el momento no son motivo suficiente para cambiar la postura de la Fed; que le preocupa la postergación del descenso en la inflación general que se esperaba para el mes de abril y que el banco central mantiene su plan de elevar los réditos. Dijo que espera proponer un aumento de un cuarto de punto sobre la tasa de interés de referencia en la reunión del Comité de Mercados Abiertos del próximo 16 de marzo.
De este modo, pasaron dos cosas aparentemente encontradas: por un lado, las tasas de interés de largo plazo recuperaron los niveles altos de semanas previas.
Hoy en día podemos decir que se impuso la idea de la inflación reforzada. Se mantienen en su lugar las expectativas de que de aquí al final del año habrá tasas de interés mayores. Se siguen descontando en los futuros de la tasa de fondos federales cinco aumentos de un cuarto de punto a dicha tasa.
Entonces, la idea de un ciclo de tasas al alza sigue vigente. La idea de bancos centrales tratando de controlar la inflación continua sobre la mesa.
Sin embargo, y aquí el segundo efecto, la menor agresividad declarada en el aumento más próximo a las tasas, generó una recuperación importante en las bolsas. Los mercados cerraron febrero con una caída relevante y la recuperaron en el primer día de operación en marzo.
En los mercados el tema relevante sigue siendo la inflación y los hechos fríos no traen buenos augurios. Los aumentos en el corto plazo de los precios de muchos bienes básicos empujan en el horizonte el posible punto de inflexión en el que la tasa anual de inflación comenzaría a descender.
No sabemos la duración del conflicto, pero me suena que Rusia no va a dar un paso atrás en sus planes a pesar de las múltiples sanciones y que Ucrania no va a rendirse fácilmente.
La amenaza es que haya una situación de menor crecimiento afectado por la interrupción de suministros, el encarecimiento de insumos, la destrucción y la gran carga de incertidumbre; al mismo tiempo, la inflación puede ser mayor y perdurar en niveles altos más de lo anticipado, lo cual garantiza, como lo confirmo el Sr. Powell, la presencia de tasas más elevadas.
Con este ambiente de riesgo es más probable que sigamos viendo la ausencia de rendimientos positivos en las siguientes semanas. Pienso que la principal afectación debe recargarse en las bolsas.
Pienso también que habrá cada vez más inversionistas que con esta realidad prefieran tomar menos riesgos y mantener incluso un porcentaje alto de efectivo, instrumentos a tasa revisable o de muy corto plazo dentro de sus portafolios.
Se lo hemos repetido muchas veces, la volatilidad es un poco engañosa, el año no pinta para ser uno de buenos retornos en los mercados.
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Esta columna se publica semanalmente en el periódico El Economista, en versión impresa y online.
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