Sin sorpresas

No hubo nada interesante en el tan esperado evento de la reuni贸n del Comit茅 de Mercados Abiertos de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED). La tasa de referencia subi贸 un cuarto de punto, la expectativa de los miembros es de aumentos graduales en los siguientes 12 a 24 meses, y las declaraciones de la presidenta Yellen no modificaron la percepci贸n de los inversionistas con respecto al futuro
Quienes esperaban un mensaje de gu铆a sobre el rumbo de los mercados en el pr贸ximo a帽o siguen con las mismas incertidumbres. Lo m谩s relevante es la conclusi贸n de que la FED sigue dependiendo de la informaci贸n econ贸mica. Hay avances en el empleo y la inflaci贸n en el mediano plazo podr铆a acercarse a un nivel de 2.0% (objetivo del banco central). Pero las autoridades desean ver m谩s avances. Asimismo, quisieran observar un entorno internacional menos voluble y un crecimiento todav铆a m谩s sostenible.
Los focos de atenci贸n no cambian con el anuncio. El precio del petr贸leo sigue descendiendo, volvi贸 a registrar una baja casi de 4.0 por ciento. El d贸lar aparentemente seguir谩 fortaleci茅ndose, aunque el mensaje de gradualidad le inyecte menos din谩mica a los mercados cambiarios.
Las bolsas se recuperaron despu茅s de fuertes ca铆das en d铆as previos. El augurio es que las tasas bajas seguir谩n presentes y que no se espera un ambiente en donde la distorsi贸n que ha mantenido valuaciones excesivamente altas en los precios de muchas emisoras vaya a desaparecer durante el 2016.
驴Entonces? 驴Qu茅 nos espera para el pr贸ximo a帽o? Algo parecido a este 煤ltimo semestre: rendimientos escasos y vol谩tiles. Hay que tener conciencia de que en un mundo con bajo crecimiento y con grandes divergencias entre las pol铆ticas monetarias de los bancos centrales, con la baja posibilidad de presiones inflacionarias y con debilidad en muchos segmentos (mercados emergentes, bonos de alto riesgo) lo que vamos a ver es la presencia de episodios continuos de presi贸n y relajamiento.
El 2016 no ser谩 el a帽o, punto. No ser谩 el a帽o en que las econom铆as logren despegar y generar crecimientos que reviertan la idea de los bancos centrales con respecto a los grandes est铆mulos monetarios. Tampoco ser谩 el a帽o en que el crecimiento en China dar谩 un punto de inflexi贸n, eliminar谩 las dudas y apuntar谩 a una tasa de crecimiento firme. Por lo mismo, tampoco ser谩 el a帽o de la gran recuperaci贸n de los precios de los commodities.
Siguiendo la misma l铆nea, el pr贸ximo no ser谩 un a帽o en que veamos a la inflaci贸n recuperarse hacia niveles preocupantes en la mayor parte del mundo. Con todo ello, el 2016 tampoco parece que ser谩 el a帽o de las sorpresas en el mundo de las tasas de inter茅s. Habr谩 momentos de especulaci贸n con respecto a si la FED, a la luz de datos m谩s positivos, puede enviar un mensaje de aceleraci贸n en el ritmo de aumento de las tasas, pero es muy probable que los niveles de las mismas sigan siendo hist贸ricamente bajos incluso en los Estados Unidos.
Se trata del principio del final del gran lapso de tasas en niveles de cero, un acontecimiento sin duda hist贸rico. Pero no estamos hablando de los 煤ltimos ajustes. Muchos gobiernos siguen muy endeudados y muchos pa铆ses tienen problemas financieros. Los movimientos en los tipos de cambio y los lapsos de especulaci贸n en los mercados no han terminado. La FED ya actu贸, pero los inversionistas en los mercados, ante una trayectoria que se supone gradual, no van a hacer mucho por adelantarse a los hechos.
En los siguientes d铆as habr谩 un respiro, pero enero puede volver a ser un mes problem谩tico, ya sea por un nuevo debilitamiento de las cifras econ贸micas o bien por un impulso que genere la expectativa de que el aumento de tasas pudiera ser veloz. As铆 est谩n las cosas, no parece haber un escenario m谩s favorable a los mercados que el de la parsimonia y los ajustes graduales y, como ya dijimos, eso implica rendimientos no muy halagadores.
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La doble divergencia

Los inversionistas a nivel global esperan la confirmaci贸n en estos d铆as de sus expectativas con relaci贸n a la acci贸n de los principales bancos centrales en Europa y Estados Unidos. Esto debiera significar una fortaleza adicional del d贸lar contra el euro y contra muchas otras monedas. No obstante, una segunda divergencia parece interferir en dicha expectativa y es la de las cifras relacionadas con el crecimiento.
Haciendo un recuento r谩pido, despu茅s de los buenos datos de empleo registrados a principios de noviembre y del desempe帽o aceptable del PIB en el tercer trimestre, los participantes en los mercados han dado ya por descontado que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) incrementar谩 las tasas de inter茅s en un cuarto de punto (de un rango de 0.0% – 0.25%, a uno de 0.25% – 0.50%), el pr贸ximo 16 de diciembre. La probabilidad impl铆cita de que tal cosa suceda en los futuros de la tasa de fondos federales hasta el d铆a de mi茅rcoles era de 74 por ciento.
Por su parte, los inversionistas esperan la ampliaci贸n de la recompra de bonos (Quantitative Easing), que el Banco Central Europeo tiene programada hasta el mes de septiembre pr贸ximo, por un monto del doble del originalmente estipulado. El mismo presidente del BCE ha insistido en sus 煤ltimos comunicados en la necesidad de aumentar el est铆mulo monetario de la regi贸n, debido a la persistente amenaza de deflaci贸n y la todav铆a d茅bil situaci贸n de la econom铆a.
La consolidaci贸n en la expectativa de que esta divergencia se acent煤e este mismo mes (para cuando lea estas l铆neas el BCE habr谩 comunicado su decisi贸n) ha vuelto a fortalecer al d贸lar y a debilitar al Euro. La cotizaci贸n del euro ya se ubica por debajo de 1.06 euros por d贸lar y apunta a niveles menores.
Sin embargo, en esta semana la informaci贸n econ贸mica evidencia otra divergencia, ya que los datos m谩s recientes apuntan en sentido contrario. En Estados Unidos el 铆ndice ISM de percepci贸n de los gerentes de compras en la industria se ubic贸 por primera vez desde el 2009 por debajo de 50, lo cual implica que el sector industrial norteamericano se encuentra en una fase de contracci贸n.
Asimismo, la actividad econ贸mica en la zona euro experiment贸 en noviembre una aceleraci贸n. El dato adelantado del 铆ndice PMI compuesto se situ贸 en 54.4 puntos desde los 53.9 de octubre, su mejor lectura en cuatro a帽os y medio. El resultado es congruente con una aceleraci贸n del PIB, en el 煤ltimo trimestre, hacia una tasa ajustada por estacionalidad de 0.4% respecto del trimestre anterior. Adem谩s, los indicadores de confianza en la regi贸n mejoraron en noviembre, lo que refuerza las expectativas de una recuperaci贸n econ贸mica.
La segunda divergencia debiera suavizar la primera. Nunca en la historia previa, la Fed ha aplicado un aumento en las tasas de inter茅s cuando el indicador ISM se ubica en una zona de contracci贸n; es un argumento v谩lido para que la Fed se reprimiera. Por otro lado, la situaci贸n en Europa parece mejorar de tal modo que no parece justificarse una ampliaci贸n tan agresiva del programa de relajaci贸n monetaria.
Sin embargo, lo m谩s probable es que ambos bancos centrales se sujeten a las expectativas que ya se han originado en los mercados. En un discurso, la presidenta de la Fed no cambi贸 el tono de su an谩lisis sobre la fortaleza de la econom铆a. Por otro lado, la informaci贸n de inflaci贸n en la zona euro parece no dar se帽ales de vida.
La aparente confusi贸n no dar谩 lugar a una evoluci贸n distinta de las cosas: es muy probable que se confirme la divergencia entre el rumbo que tome la Fed y otros bancos centrales; el d贸lar se mantendr谩 presionado al alza; pero si las declaraciones y expectativas de ambos son cautelosas, es probable que sigamos viendo a las bolsas con propensi贸n al alza y a los mercados de deuda un poco m谩s tranquilos. Habr谩 que ver.
Sin embargo, las presiones ah铆 estar谩n. El d贸lar seguramente se revaluar谩 m谩s contra otras monedas desarrolladas y eso presionar谩 al peso junto con la din谩mica de alza de tasas en Estados Unidos. No dudamos que haya episodios de presi贸n importantes gracias a que los inversionistas perciban que las tasas pudieran subir a una mayor velocidad. Por lo anterior, es un a帽o en que veremos quiz谩s un mejor desempe帽o de la econom铆a y mercados con dificultades.
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