Anclaje terminado

La Secretar铆a de Hacienda decidi贸 reforzar la posici贸n del pa铆s con un recorte adicional al gasto p煤blico. El gobierno federal anunci贸 un ajuste preventivo al gasto en la Administraci贸n P煤blica Federal para el 2016 por un monto de 132,300 millones de pesos (0.7% del PIB). El ajuste preventivo est谩 compuesto por una reducci贸n del gasto del gobierno federal por 32,300 millones de pesos, mientras que Petr贸leos Mexicanos (Pemex) comunicar谩 la pr贸xima semana un ajuste a su presupuesto por 100,000 millones de pesos. Cabe destacar que el ajuste al gasto de las dependencias del gobierno federal y CFE (32,003 millones de d贸lares) se concentra en el gasto corriente (60% del total) sin afectar programas de la Secretar铆a de Desarrollo Social. El restante 40% se aplicar谩 a recortes en el gasto de inversi贸n. Llama la atenci贸n el ajuste en Pemex. Representa dos terceras partes de su gasto de operaci贸n anual, de acuerdo con las cifras publicadas hasta el tercer trimestre del 2015. Ello implica que la mayor铆a del ajuste se har谩 en el rubro de costo de producci贸n, lo que implica un a帽o todav铆a de bajos vol煤menes de exportaci贸n.
Por su parte, la Junta de Gobierno del Banxico decidi贸 de forma un谩nime incrementar la tasa de referencia en 50 puntos base, hasta 3.75%, en una reuni贸n extraordinaria. El alza corresponde al deterioro del escenario internacional y local ante el aumento de la volatilidad financiera internacional. La medida es contundente como efecto preventivo para influir en las expectativas de inflaci贸n. Es probable que el premio por riesgo de M茅xico, representado por la diferencia entre las tasas de largo plazo locales contra las de Estados Unidos, aumente, aunque tal vez en una proporci贸n menor.
Por su parte, la Comisi贸n de Cambios decidi贸 suspender los mecanismos de venta de d贸lares de forma inmediata, sin descartar intervenciones discrecionales. Parece claro que exist铆a un incentivo de especulaci贸n para las mesas de cambios ante una subasta con monto predeterminado. Lo anterior hac铆a predecible el movimiento de alza de la cotizaci贸n. Ahora los participantes consideran que la posibilidad es la misma de ver movimientos de baja que de alza en el tipo de cambio, en un rango inicial que podr铆a ubicarse entre 17.50 y 18.50 pesos. Actualmente, la comisi贸n cuenta con niveles de reservas cercanos a los 174,000 millones de d贸lares, m谩s la L铆nea de Cr茅dito Flexible contratada con el Fondo Monetario Internacional por cerca de 70,000 millones de d贸lares para intervenir cuando as铆 lo juzgue. Sin duda debe haber menos volatilidad.
La semana pasada, mencion谩bamos que tanto la intervenci贸n discrecional en el mercado como la decisi贸n de aumentar las tasas podr铆an no ser 煤tiles sin la presencia de un ajuste fiscal. M茅xico ha concretado el anclaje por varios frentes; como mencion谩bamos, ello puede ser un mensaje m谩s contundente para limitar la especulaci贸n en las variables financieras del pa铆s.
Tambi茅n mencion谩bamos que las medidas, sin dejar de ser las correctas en un mundo tan desordenado, resultar铆an frustrantes para los inversionistas, ya que implican en teor铆a una limitaci贸n al crecimiento. Si nos atenemos a los efectos que tuvo el recorte fiscal del a帽o pasado sobre el PIB, hablamos de un costo de 0.4 puntos porcentuales en el crecimiento, que veremos reflejado en estimaciones de crecimiento que, por cierto, no se mencionaron en el anuncio M茅xico estar谩 anclado. Probablemente el tipo de cambio y las tasas se porten mejor. Pero el crecimiento econ贸mico se hace m谩s dependiente de que el crecimiento global reaccione y ah铆 siguen habiendo muchos cuestionamientos.
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El proceso de anclaje

Las autoridades en M茅xico han estado muy activas declarando, seguramente discutiendo y anunciado medidas dirigidas a anclar la estabilidad de las variables financieras en M茅xico. No es una tarea f谩cil, el entorno en el mundo financiero se ha vuelto muy adverso y los riesgos latentes son grandes. La tarea de generar estabilidad es importante no s贸lo por la disposici贸n a hacerlo, sino por la elecci贸n de en d贸nde concentrar el amarre.
La s铆ntesis es clara. El a帽o se ha presentado con una gran volatilidad en los mercados financieros globales. Lo anterior ha implicado una consolidaci贸n del fortalecimiento del d贸lar, una ca铆da abrupta de los precios del petr贸leo, una reducci贸n de las expectativas de crecimiento a nivel global y un descenso marcado en los tipos de inter茅s en el mundo desarrollado.
Los ajustes indican que los inversionistas est谩n desorientados. No hay certeza con respecto a la trayectoria de crecimiento, los n煤meros recientes son menos buenos que lo que vimos en el cierre del a帽o pasado en Estados Unidos y en otras regiones. El riesgo de un aterrizaje violento en China o de episodios de presi贸n adicional en los mercados no contribuye a un panorama m谩s optimista. La reacci贸n ha sido dejar los activos de riesgo y concentrarse en bonos de gobiernos, aunque la tasa que paguen sea cada vez menor.
En los mercados emergentes la situaci贸n sigue siendo muy apremiante. La posibilidad de recuperar crecimiento v铆a un levantamiento de los precios de bienes b谩sicos es baja. Persiste una situaci贸n recesiva en muchas partes. Las depreciaciones contra el d贸lar se acentuaron durante enero. Hay temores y, en algunos casos, presiones visibles sobre la inflaci贸n. Muchos bancos centrales se han gastado reservas tratando de paliar los efectos adversos, con poco 茅xito.
Todos estos sucesos generaron un inicio tambi茅n de ajustes fuertes en los mercados de M茅xico. El tipo de cambio del peso frente al d贸lar tuvo su periodo de volatilidad mayor en las 煤ltimas semanas y se ubica cerca de los 19 pesos por d贸lar. Las preocupaciones renacieron.
Preocupa de nuevo la inflaci贸n. La velocidad de la depreciaci贸n del peso y el nivel que ha alcanzado cargan los dados en favor de que los ajustes de precios sean mayores a lo esperado. El Banxico tendr铆a que actuar, si fuese as铆, conforme a su mandato. Ah铆 se centra la dificultad. 驴C贸mo hacerlo?
En un ambiente tan vol谩til en donde la percepci贸n de los inversionistas genera virajes importantes en los mercados, no es sencillo. Intervenir de lleno el mercado cambiario con m谩s d贸lares a la venta puede no servir para contener al tipo de cambio en caso de que las cosas deriven en una situaci贸n peor. Tampoco parecer铆a ser 煤til un aumento de tasas en dicho caso.
Ambas acciones son 煤tiles pero implican un manejo de riesgos.
M茅xico debe entonces dar se帽ales de anclaje por otro lado y no en balde la discusi贸n se volte贸 a reducir la preocupaci贸n por el impacto sobre las finanzas p煤blicas y, en especial, sobre la situaci贸n financiera de PEMEX; ambas, principales v铆ctimas de la ca铆da en los ingresos por venta de petr贸leo.
Si hacemos caso a las declaraciones y se concretan recortes al gasto en Pemex y otras dependencias del gobierno hacia el 2017, ello puede ser un mensaje m谩s contundente para limitar la especulaci贸n en M茅xico que la intervenci贸n cambiaria o un aumento de tasas independiente de lo que haga la Fed.
Estamos en medio de tal proceso de anclaje. Obviamente las medidas que se tomen depender谩n de la evoluci贸n de las cosas. Lo que s铆 podemos tener claro es que, mientras se acent煤e la volatilidad y se tengan que enviar mensajes que anclen la estabilidad, la posibilidad de concretar un a帽o de buen crecimiento se ve limitada. No deja de ser lo correcto en un mundo tan desordenado, pero a la vez resulta frustrante para los inversionistas.
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La rebeli贸n de las tasas

Hace dos semanas, el presidente del Banco Central Europeo insisti贸 en que podr铆a acrecentar el est铆mulo monetario ante la amenaza de una situaci贸n deflacionaria y la pobre respuesta que hasta ahora hay en la actividad econ贸mica de la regi贸n. Ello entusiasm贸 en un inicio a los inversionistas y provoc贸 una baja de los intereses que pagan los bonos de largo plazo, en especial en Alemania.
La semana pasada le toc贸 el turno al Banco Central de Jap贸n. 脡ste decidi贸 aplicar un inter茅s nega tivo, es decir cobrar por recibir dinero en los dep贸sitos de referencia. Result贸 ser una medida sorpresiva pero l贸gica si creemos en la determinaci贸n de las autoridades para reforzar el incentivo al gasto y la persecuci贸n de un objetivo de inflaci贸n que a煤n luce lejano.
Aunque la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) se manifest贸 la semana pasada y arguy贸 que deb铆a esperar a observar la evoluci贸n de las cosas para decidir otra alza en las tasas a un d铆a, la informaci贸n econ贸mica que seguimos conociendo en los 煤ltimos d铆as m谩s bien genera mucha preocupaci贸n con relaci贸n a la tendencia de crecimiento.
En especial, el reporte de la percepci贸n de los gerentes de compras en el sector de servicios registr贸 una baja importante por cuarto mes consecutivo. La alarma es que la ca铆da de la producci贸n no s贸lo se limita al sector manufacturero, afectado por el elevado valor del d贸lar, sino tambi茅n al sector de servicios.
Todos estos sucesos han desplomado a las tasas de inter茅s. La tasa del bono del Tesoro estadounidense a 10 a帽os rebas贸 a la baja de nuevo el nivel de 2.0 por ciento. Desde que la Fed subi贸 la tasa de referencia, dicho nivel ha descendido 42 puntos base, paga 1.88%; es una baja enorme e implica que quienes lo poseen han ganado mucho dinero despu茅s de tal evento.
En Europa, el bono de 10 a帽os del gobierno alem谩n descendi贸 32 puntos base y se vuelve a ubicar en un nivel de apenas 0.27 por ciento. El bono a dos a帽os paga una tasa negativa.
En M茅xico, sorpr茅ndase, las tasas tambi茅n han disminuido. El bono M a 10 a帽os ha registrado un descenso en su tasa de rendimiento de 35 puntos base desde diciembre. Lo anterior, con todo y el movimiento del tipo de cambio al alza, la debilidad aparente de las finanzas p煤blicas, el temor no correspondido de un aumento en la inflaci贸n, etc茅tera.
Tenga cuidado al juzgar. Este fen贸meno no es una distorsi贸n particular de nuestro mercado, sino de una estructura distorsionada por las pol铆ticas monetarias expansivas e inversionistas que, al ver los acontecimientos, no creen que la tasa de inter茅s pueda subir m谩s, aunque la Fed tenga deseos de hacerlo.
驴Es cuestionable lo que hacen los bancos centrales? Desde luego.
El famoso y otrora exitoso manejador de fondos de deuda Bill Gross afirmaba que al parecer los banqueros centrales en el mundo creen que habr谩 un nivel de tasas lo suficientemente bajo que har谩 que las cosas se reviertan, algo que no ha sucedido ya en m谩s de siete a帽os.
El fen贸meno de descenso de las tasas no significa buenas noticias. Describe un escenario de bajo crecimiento y de poca credibilidad en lo que los bancos centrales hacen, al mismo tiempo que inversionistas aprovechan esta situaci贸n. No piense en rendimientos elevados este a帽o, hay ganancias en los bonos de largo plazo por ahora, pero en los 煤ltimos siete meses la oscilaci贸n de las tasas ha sido muy relevante. 驴Usted a que apostar铆a? A que se quedar谩n en los actuales niveles o a que habr谩 noticias que las hagan subir de nuevo.
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