Poco optimismo sobre el crecimiento
Las elecciones en Estados Unidos, el movimiento del d贸lar, la respuesta de Banxico, el acuerdo en la OPEP, la aparente desgracia del Deutsche Bank y el sector financiero de Europa, etc. Todo ello ha mantenido la atenci贸n de los inversionistas en los d铆as pasados. Pero vale la pena a帽adir a dicha lista la reciente evidencia de que el crecimiento en el mundo sigue tirando al estancamiento y no a una recuperaci贸n paulatina como muchos creen.
Durante septiembre se redujeron los pron贸sticos sobre el crecimiento que elaboran las principales autoridades en materia econ贸mica.
La Organizaci贸n para la Cooperaci贸n y el Desarrollo Econ贸micos (OCDE) redujo su expectativa del crecimiento global para el cierre del 2016 de 3 a 2.9% y de 3.3 a 3.2% en el a帽o pr贸ximo. Resaltan en especial los ajustes que se han hecho a la estimaci贸n de crecimiento en Estados Unidos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) contrajo su estimado de 2.2 a 1.6% para este a帽o y de 2.5 a 2.2% en el 2017. La OCDE redujo su estimaci贸n para 2016 de 1.8% a una tasa de 1.4%; para el a帽o pr贸ximo cree que Estados Unidos s贸lo crecer谩 2.1 por ciento.
La misma Reserva Federal (FED), en su comunicado de pol铆tica monetaria de mediados de septiembre redujo su estimaci贸n para 2016 de un rango de 1.9 a 2%; ahora pronostica un crecimiento en un rango de 1.7 a 1.9 por ciento. Para 2017, la FED estima el mismo rango modesto de 1.9 a 2.2 por ciento.
La realidad es que en Estados Unidos la din谩mica de crecimiento no se ha recuperado en el tercer semestre. La informaci贸n de agosto, tanto en producci贸n industrial como en ventas comerciales fue mala. La informaci贸n preliminar de septiembre apunta a una peque帽a mejora, pero el indicador adelantado del PIB que mide la FED de Atlanta ha reducido la expectativa de crecimiento del tercer trimestre de un 3.5% original a un 2.2 por ciento.
Para el cuarto trimestre no se espera un avance sustancial. Aunque haya una mayor creaci贸n de empleos, contin煤a detenido el crecimiento del ingreso y eso repercute en el consumo, 煤nico motor sano de crecimiento que ha tenido la econom铆a norteamericana en este a帽o.
Esto se帽ala argumentos importantes: A pesar de que en el mercado hay una probabilidad mayor al 60% de que la FED suba las tasas en diciembre, el razonamiento puede cambiar si persisten n煤meros que hablen de una econom铆a en declive; Tambi茅n, que incluso si la FED llega a subir la tasa en diciembre, la posibilidad de m煤ltiples incrementos en 2017 es muy baja.
Por algo las tasas de largo plazo permanecen en niveles tan bajos. Cierto que han sido sensibles con relaci贸n al sentido de la informaci贸n econ贸mica, pero apenas se alejan de sus niveles m铆nimos hist贸ricos.
El mundo no espera una espiral de tasas al alza sino todo lo contrario. Se anticipa para este a帽o y el pr贸ximo la persistencia de esfuerzos por mantener la magnitud del est铆mulo monetario.
En el mundo desarrollado vamos a terminar en 2017 con tasas todav铆a muy peque帽as y posiblemente con r茅ditos de largo plazo aun en niveles hist贸ricamente bajos. A menos que los pron贸sticos est茅n equivocados y resurja un crecimiento que se ha escondido ya por ocho a帽os.
Es interesante que en la campa帽a electoral norteamericana y en los discursos de algunos l铆deres mundiales, como el pronunciado por la Primer Ministro de Inglaterra, se haga expl铆cito el cansancio y la desconfianza hacia la efectividad de las pol铆ticas de expansi贸n monetaria. Tal vez en el 2017 escuchemos m谩s sobre esfuerzos por el lado fiscal para estimular a las econom铆as.
Mientras tanto, es dif铆cil pensar en una correcci贸n abrupta de los mercados; en especial de las bolsas. Si el patr贸n que ha sostenido las elevadas valuaciones permanece vigente y el crecimiento no se cae m谩s hacia una recesi贸n, la persecuci贸n de rendimientos en activos de riesgo tambi茅n continuar谩, aunque suene il贸gico.
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