La tendencia en las bolsas fue de alza, con excepciones como el referencial mexicano.
El índice MSCI global que incluye emergentes (ACWI) subió 1.7% en la semana. Destacó en particular el avance de 4.8% en servicios de comunicación; así como tecnología que ganó 4.0% y consumo discrecional que avanzó 3.7 por ciento. Mientras que energía bajó (-) 1.8% y financiero (-) 1.5 por ciento.
El S&P 500 y en el Nasdaq borraron las pérdidas de la semana previa al avanzar 1.9% y 4.2%, respectivamente. El Stoxx Europe 600 ganó 0.2% y el índice MSCI para mercados emergentes 2.6 por ciento.
El índice S&PBMV IPC en México bajó por segunda semana consecutiva. Cerca del 70% de las emisoras que componen la muestra retrocedieron. Ejercieron presión en especial emisoras del sector financiero como GENTERA (-12.7%) y GFNORTE (-7.8%), así como WALMEX (-8.6%).
La semana arrojó información en distintos temas que ha servido para inyectar volatilidad a los mercados; pero, con un balance que en su mayoría fue positivo.
En indicadores económicos: la recuperación en China parece ser la principal noticia en este campo, el país sorprendió con un crecimiento de 6.5% en el 4T-20 que habla de una rápida recuperación tras los daños causados por el COVID-19.
En el año completo la expansión fue de 2.3%, siendo el único país en crecer en 2020. Aunque, a su menor ritmo desde 1976.
Destaca que el consumo se mantuvo débil, pues las ventas minoristas se contrajeron (-) 3.9%, su primera reducción desde 1968. Mientras que la producción industrial mantuvo una tracción más favorable.
El control de la pandemia y las medidas de estímulo sirvieron de apoyo para la recuperación. Hacia delante, se considera que habrá una menor necesidad de intervención monetaria; pero, sin un cambio rápido o abrupto en las políticas del banco central del país.
Se espera un crecimiento sobresaliente en la economía de China en 2021 (el FMI pronostica una expansión cercana a 8%) y que sirva de catalizador para la recuperación global.
Por otro lado, el cambio de gobierno en Estados Unidos ha sido otro foco de atención, con una transición pacífica después de los problemas que generaron seguidores de Trump en días previos.
La propuesta del nuevo Presidente Joe Biden para aplicar estímulos fiscales por 1.9 billones de dólares ha generado una alta expectativa. Proyecto que considera aumentar las ayudas directas a los ciudadanos y las prestaciones por desempleo, subir el salario mínimo y destinar recursos adicionales para luchar contra la pandemia.
Además, se anticipa que anuncie en febrero un paquete adicional de medidas que incluya inversiones en infraestructura y energías renovables.
Pero, ello viene acompañado de la expectativa de que estos estímulos impliquen la necesidad de subir impuestos, un mensaje que también formaba parte de sus promesas de campaña. Y que podría mermar los resultados de las empresas.
El costo de las medidas de estímulo fiscal, de momento, sigue siendo desestimado, considerando que son necesarias para impulsar la recuperación. Lo dijo Janet Yellen, la candidata de Biden para dirigir el Departamento del Tesoro, que instó a los legisladores a actuar, agregando que los beneficios superan los costos de una mayor carga de deuda.
Y de esta forma las medidas de estímulo, tanto fiscal, como monetario, permanecen como foco de atención. En este sentido, en días recientes el BCE mantuvo su mensaje de apoyo a la economía, reforzado por los riesgos que implica la nueva ola de contagios por COVID-19. Sin embargo, se abstuvo de modificar sus programas de estímulo luego de la fuerte inyección de liquidez realizada previamente.
Finalmente, nos queda hablar de la temporada de reportes corporativos, en la semana reportaron 46 empresas del S&P 500, el 85% de ellas entregaron utilidades mejor de lo esperado por el consenso de analistas de Bloomberg.
Destacaron emisoras del sector financiero como Goldman Sachs y Morgan Stanley con una UPA mejor de lo proyectado por analistas, con el apoyo de mejores resultados de trading y banca de inversión.
Halliburton sorprendió positivamente ya que los resultados en Norteamérica compensaron la debilidad en los mercados internacionales.
Alcoa también entregó cifras mejor a lo esperado; sin embargo, advirtió que su desempeño podría empeorar si no se da una recuperación en sus mercados.
Sin embargo, la reacción de los inversionistas a estos buenos reportes no fue positiva. En los casos antes mencionados el rendimiento de las acciones en la semana fue negativo. De hecho, sólo el 18% de las emisoras que entregaron cifras mejor a lo estimado subieron en la semana, y únicamente el 15% logró una ganancia mayor a 2 por ciento.
Netflix fue una de las excepciones, avanzó 13.5% en la semana a pesar de entregar una UPA por debajo de lo esperado; ya que el mensaje de que está cercana a lograr una generación de flujo positiva y la posibilidad de una recompra de acciones, generó entusiasmo entre los inversionistas.
En México el flujo de reportes fue menor: GFNORTE no alcanzó nuestras expectativas en la mayoría de los campos y otorga una guía para el ROE de 2021 por debajo de lo estimado. Mientras que KIMBER entregó un reporte alineado a grandes rasgos a lo proyectado; pero, con un avance menos fuerte en volúmenes. GMXT entregó un reporte decepcionante a nuestro juicio por los menores precios por tonelada transportada.
¿Qué esperar en los próximos días?
La agenda económica de Estados Unidos en esta semana es abundante e incluye la confianza del consumidor de enero, el dato preliminar de órdenes de bienes duraderos e indicadores de vivienda de diciembre, así como el dato de ingreso y gasto personal (junto con la lectura PCE de inflación) para dicho mes, la lectura anticipada del PIB del 4T-20, por mencionar algunos.
Además, habrá reunión de política monetaria de la FED. No se anticipan cambios en las tasas de referencia de esta reunión. Más aún, en días recientes el Presidente del organismo dijo que, mientras no se controle la pandemia ni se alcance una vacunación mayoritaria en la población del país que dé lugar a la normalización de la movilidad, no hay razón para anticipar cambio alguno en la política monetaria. Ni un aumento de tasas de interés, ni un retiro de liquidez en el mercado.
En la temporada de reportes corporativos se esperan las cifras de Kimberly Clark, J&J, GE, 3M, American Express, Verizon, Microsoft, Starbucks, Boeing, Apple, Tesla, Facebook, MasterCard, McDonald’s, Amazon, Eli Lilly, Chevron, Caterpillar, entre otros.
En la Eurozona se conocen indicadores de confianza de enero. En Reino Unido el desempleo de diciembre.
En China serán relevantes las utilidades del sector industrial en diciembre; mientras que en Japón se publican las ventas minoristas, producción industrial, desempleo y permisos de construcción de diciembre, la inflación de Tokio en enero, por mencionar algunos.
En México, se dará a conocer el IGAE y las ventas de noviembre, así como la balanza comercial de diciembre y el PIB del 4T-20.
En cuanto a los reportes trimestrales de las empresas, esperamos las cifras de GCC, en donde creemos que una base de comparación difícil en EE.UU. y un efecto adverso de tipo de cambio en México presionen los resultados. La rentabilidad se enfrenta también a eventos extraordinarios; pero, aislando esto seguimos anticipando una buena dinámica.
Revelaciones Importantes