Lo único que brilla sí es oro
La pandemia está generando fenómenos inéditos en las economías de todo el mundo. Este suceso ha sido un golpe brutal a una estructura que ya venía debilitada después de la crisis financiera del 2008 – 2009.
La estructura sobre la que se cimentó el crecimiento – desarrollo de la economía global está siendo severamente cuestionada y esos cuestionamientos han derivado en el resurgimiento de la demanda por oro.
Sí, hasta el día de ayer 8 de julio, el oro ha alcanzado un precio récord después de más de una década y ha sido el activo genérico que más se ha revaluado en los últimos doce meses.
¿Debo tener una inversión en oro dentro de mi portafolio? Eso dependerá de qué tanto usted crea en las estructuras institucionales actuales y en que las distorsiones que vemos hoy en día en los mercados financieros no tengan un desenlace decepcionante.
Por lo pronto, la presencia de tantas incógnitas y el aumento que aún se viene haciendo en las distorsiones hacen sensato pensar que la respuesta es sí.
Vayamos con calma. Además de sus cualidades intrínsecas, el oro siempre ha sido considerado como un depósito de valor.
Su demanda en las últimas décadas del siglo veinte y a inicios de éste fue respaldada por la industria de joyería en un mundo que, a raíz de la globalización, creció a tasas interesantes.
La decisión de Estados Unidos a inicios de la década de los setentas de abandonar el patrón oro le otorgó el lugar privilegiado al dólar como el principal refugio de valor. La hegemonía del dólar se sustentó en ese momento en la escasez de dólares y la restricción monetaria que se impuso para combatir a la inflación (que implicó las tasas de interés más altas en la historia reciente de Estados Unidos).
Durante décadas el oro era un activo despreciado, debido a que el crecimiento económico y la credibilidad en la moneda fiduciaria hacían más atractivos otros depósitos de valor.
El valor del oro subía en ciclos pequeños en momentos en que las tasas reales de interés (la tasa de interés que descuenta la inflación) se reducían, ya fuera por temores con relación a la inflación misma o por los estímulos de los bancos centrales.
Ya debe deducir hacia dónde voy. Después de la crisis financiera, y con mayor intensidad en este año debido a la pandemia, la credibilidad del dólar se está resquebrajando.
Las tasas reales de interés no existen, con tasas en cero en el mejor de los casos, el pago por encima de la inflación es negativo desde hace tiempo. Ello ha propiciado una tendencia de revaluación del oro.
Asimismo, la cantidad de dinero que se ha creado es inmensa. Era impensable hace apenas diez años que los bancos centrales expandieran su balance y usaran dinero para recomprar deudas tanto del gobierno como de sectores privados.
Ello ha generado muchas distorsiones, pero también ha levantado la gran incógnita sobre qué va a pasar con la base monetaria…la respuesta puede ser el surgimiento de inflación o bien el rompimiento del esquema fiduciario que sostiene a la moneda. En ambos casos, el oro se ha vuelto atractivo primero como protección, pero también como activo de diversificación de riesgos en los portafolios de los inversionistas; cada vez que se suscitan momentos de profunda inquietud la demanda por oro aumenta.
Al día de hoy hay varios factores que nos hacen pensar que la racha del oro podría continuar hacia los próximos meses.
Uno podría ser que el fenómeno de expansión monetaria dejó de ser exclusivo de los países desarrollados y que en meses recientes muchos bancos centrales del mundo emergente, incluido México, han reducido sus tasas de interés y expandido la cantidad de dinero en circulación.
Un segundo factor es la presencia de los elevados déficits fiscales que se han suscitado, que pueden seguir creciendo y cuya reversión no se ve en el horizonte.
No hay duda que la credibilidad de los bonos soberanos podría debilitarse aún más si todas estas acciones no logran su cometido o tienen efectos secundarios adversos.
En resumen, no venda sus centenarios, si puede; y si considera inyectar algún activo que lo proteja contra la volatilidad de los mercados, el oro es una buena opción y no necesita ir al banco para comprarlo. Hay instrumentos ligados a su precio que le pueden facilitar la tarea.
Esta columna se publica semanalmente en el periódico El Economista, en versión impresa y online.
https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Lo-unico-que-brilla-si-es-oro-20200708-0111.html
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